NOVEDADES

When Selly and Leander began their treacherous voyage to the Isles of the Gods, the captain’s daughter and the playboy prince were strangers. But amid talk of war and a deadly attack on their ship, the unthinkable happened. They fell in love. Leander’s ritual at the island temple was meant to prevent a war between the gods. Instead, it nearly cost him his life, and drew the goddess Barrica back from exile. Now, as her Messenger, Leander is imbued with her deadly magic, and only Selly’s presence can stop it from consuming him. But Barrica wasn’t the only immortal roused from sleep. The God of Risk, Macean, was awakened by an enemy all thought dead, and across the sea he’s calling for war. The fight to save their world will take Selly and Leander from the gilded ballroom of the royal palace to the hallowed halls of an ancient library. Battle lines will be drawn, and bonds will break. With the wrath of gods and the machinations of power-hungry rulers straining their loyalties, can their love withstand the trials that await them?

Me llamo Valentina, soy modelo y crecí en La Rioja, rodeada de viñedos, en la finca de mi familia. Siempre imaginé mi futuro allí, con Víctor, trabajando juntos en la bodega, pero una cosa es lo que imaginamos y otra, lo que luego sucede en realidad. Puede que estés preguntándote quién es Víctor, y para esa cuestión tengo demasiadas respuestas, así que mejor te digo que él lo fue TODO para mí, hasta que nuestros sentimientos nos explotaron en la cara y decidí marcharme tan lejos como pude. Hoy, tres años después, esa noche sigue rompiéndome por dentro.

Dicen que Nueva York es la ciudad de los rascacielos y de las grandes avenidas, además del escenario de infinidad de películas. Personalmente añadiría que también es la ciudad de los sueños, esos que todos esperamos cumplir algún día, incluso yo misma, aunque a veces lo olvide cuando otro sueño, mucho más poderoso y que lleva su nombre, llega para ensombrecer este. Si me quedaré hasta convertirme en la top model que deseo ser es una incógnita para mí; lo que sí tengo claro es que ahora estoy aquí y que voy a dejar mis dientes marcados en esta gran manzana, o al menos a intentarlo. Y mientras lo hago, su mirada, su sonrisa y su recuerdo caminarán a mi lado por las calles de esta metrópoli y del mundo, para recordarme lo que pudimos tener y no tenemos y también quiénes fuimos y quiénes no vamos a ser.