Un adolescente escapa con una chica a la que ha secuestrado tras matar con una pistola a un guardia de seguridad. Esta es la historia de una huida, una road movie en la que la maldad disimulada, la imposición de una identidad y el machismo soterrado son motivos suficientes para que el protagonista se fugue en compañía de la chica y reclame a voz en grito, en cada uno de sus actos, que lo dejen en paz.
Caídos del cielo fue adaptada al cine por el propio Ray Loriga (La pistola de mi hermano), que plasmó en imágenes ese mundo de obligaciones y retos que ponen en evidencia lo que hay detrás de él: nada.
«Mata al niño, Jon Nieve. El invierno se nos echa encima. Mata al niño y que nazca el hombre.»
La victoria de los leones Lannister ha dejado tras de sí un interminable reguero de sangre: lord Tywin yace enterrado, asesinado por mano de su propio hijo; la reina Cersei está encadenada y el pequeño rey Tommen ocupa un trono que podría matarlo. El destino de Poniente pende de un hilo.
En el Muro, Jon Nieve se ve obligado a consolidar por la espada su rango como lord comandante de la Guardia de la Noche. Mientras, al otro lado del mar Angosto, Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones, defiende su dominio contra hordas de enemigos tanto viejos como nuevos.
Tras huir a las Ciudades Libres, el parricida Tyrion Lannister podría ser la clave para que la sangre del dragón, que nunca llegó a extinguirse por completo, resurja. No obstante, todo esfuerzo tal vez resulte ser en vano. Porque ahora, verdaderamente... se acerca el invierno.
TODAVÍA NO HAS VISTO NADA
Se acerca la Navidad en Estocolmo y la ciudad se llena de luces. Pero algo siniestro está a punto de suceder: al mismo tiempo que un miembro del ministerio sueco está siendo amenazado de una forma macabra, una pila de huesos de aspecto misterioso es hallada en las vías de metro abandonado de la ciudad, y todo apunta a que pertenecen a un importante financiero.
La investigadora Mina Dabiri y sus compañeros del departamento de Homicidios, todavía en shock tras los trágicos acontecimientos del verano pasado, se verán puestos a prueba de nuevo. Cuando las pistas empiezan a escasear, Mina decide recurrir al mentalista Vincent Walder. Él, a su vez, lucha incansablemente contra sus propios demonios. ¿Qué o quiénes se esconden en los túneles en las profundidades de Estocolmo? Y, lo más importante, ¿con qué motivo?