Giorgio Agamben lee la famosa novela de Collodi, evitando las habituales interpretaciones esotéricas en favor de una «iluminación profana» donde el cuerpo y la imaginación se compenetran. Después de «La locura de Hölderlin», Agamben realiza una lectura del libro más leído y traducido de la literatura italiana «Pinocho». Y lo hace reformulando radicalmente las interpretaciones esotéricas de las aventuras del títere, de la muerte al renacimiento, de la metamorfosis del burro a ser tragado por el vientre de la ballena. El libro resultante no es un cuento de hadas, no es una novela, no es atribuible a ningún género literario, al igual que su protagonista, que no es ni un animal ni un niño, ni siquiera es un «quién», sino solo un «cómo»:es, en el sentido más estricto de la palabra, una salida o un escape, tanto de lo humano como de lo inane -por eso no hace más que correr-, y cuando al final se detiene está perdido.
Durante siglos los modernos construyeron su mundo y sus ciencias separando tajantemente naturaleza y cultura. El mundo y el hombre como dos realidades separadas. Objetos que eran apenas tocados, o ni siquiera, por sujetos que conocen, transforman y rompen. Morton acuñó el término «hiper-objeto» para referirse a las cosas que se distribuyen masivamente en tiempo y espacio en relación con los humanos. Son directamente responsables de lo que Morton llama «El fin del mundo», volviendo obsoletas tanto la mirada apocalíptica sobre la crisis ambiental, como su negación. Los hiper objetos ya han inaugurado una nueva fase humana de hipocresía, debilidad e inconsistencia.
Seamos niños o adultos, constantemente se nos pide que obedezcamos. Pero ¿para qué, con qué objeto? ¿Cuándo obedecer nos salva y cuándo nos atrapa? ¿Cuándo nos protege de lo peor ... o nos priva de lo mejor? ¿Nos da espacio o nos inmoviliza? ¿Cómo se produce el deslizamiento entre el hecho de estar obligados a obedecer ( en espacios abiertamente disciplinarios) y el de ser libres para obedecer ( en los espacios ''normales'' del comercio y de la comunicación)? Este texto luminoso nos ofrece algunas respuestas.