Medea me cantó un corrido es la deslumbrante nueva obra de Dahlia de la Cerda, tras el éxito apabullante obtenido en México con Perras de reserva y Desde los zulos. La autora crea un paisaje literario único, característico de su estilo original, donde las protagonistas se enfrentan a situaciones límite, inmersas en un fuego cruzado entre la violencia del crimen organizado, el Ejército y los conflictos de padres, familias o parejas provenientes de estos entornos. Sin embargo, como dice una de ellas parafraseando a Sartre: «No somos lo que hicieron de nosotras, sino lo que hacemos con lo que hicieron de nosotras». Por fortuna, en esta ocasión contarán con la ayuda de Medea, el personaje mitológico, que aparecerá «toda vestida de negro, con unas trenzas africanas muy perritas» para auxiliar a las protagonistas, ya sea en abortos o en el término de relaciones abusivas similares a la que ella vivió con Jasón. En estas páginas conviven situaciones delirantes y sumamente divertidas que discurren en compañía de una banda sonora de fondo plagada de corridos tumbados, cumbias, y ritmos de perreo. Dahlia de la Cerda se sirve de un lenguaje propio, música y humor negro para compartir con sus lectoras la existencia de las memorables protagonistas que habitan esta historia.
La fascinante historia de dos hermanas cuyas vidas se ven transformadas por la aparición de una enigmática criatura del bosque.
Sam y Elena sueñan con una vida diferente, muy lejos de la idílica isla de San Juan en la que nacieron y en la que las dos hermanas no hacen más que trabajar para sacar adelante a su madre enferma. Sam sirve cafés en el ferry que lleva a los ricos del continente a sus casas de vacaciones mientras Elena es camarera en el club de golf local, y ni siquiera juntas ganan lo suficiente para mantener a la familia a flote. Hasta que un día se produce la más insólita aparición: un enorme oso empieza a rondar la casa familiar. Sam, asustada, está más convencida que nunca de que es hora de abandonar la isla. Pero Elena reacciona de manera muy distinta ante la imponente fiera: fascinada por su presencia, empieza a cuestionar sus antiguos sueños de huida, algo que aterra a Sam mucho más de lo que cualquier bestia fabulosa pueda hacerlo. Tras el éxito de su primera novela, La desaparición, Julia Phillips, una de las autoras jóvenes más celebradas de la literatura estadounidense en los últimos años, retorna con Oso, una fábula moderna que nos habla de fraternidad, desigualdad social y de la enigmática relación que mantenemos con la naturaleza. Una obra cautivadora e imaginativa sobre los delicados lazos que unen a las hermanas, el misterio de los afectos y las obsesiones que nos atrapan hasta dominarnos.
Una fascinante novela en forma de cinta de Mobius que hace que nos preguntemos cómo nos ven las personas que amamos Una mujer y un hombre se citan en un restaurante del distrito financiero de Manhattan. Ella, una actriz consagrada, está inmersa en los ensayos de su próxima obra de teatro; él, un veinteañero guapo y algo torpe, está empeñado en causarle una buena impresión a aquella dama elegante y respetable que podría ser su madre. Más allá de algunos momentos incómodos y las miradas reprobatorias de varios comensales, el encuentro, del que resulta difícil averiguar qué espera obtener cada uno, se va desarrollando con relativa normalidad, hasta que se abre la puerta del restaurante y, desde la mesa del fondo, la mujer distingue a su marido. Este es el punto de partida de Audición, la nueva novela de Katie Kitamura que por momentos recuerda al mejor Paul Auster. Una obra ambiciosa y brillante en la que la trama, la estructura y los personajes interpelan al lector y lo hacen partícipe del juego, en una vorágine narrativa que lo atrapa y no lo suelta hasta la última página.