En Los mismos muertos vuelven el autor investiga las comunicaciones de los muertos en las distintas épocas, abarcando desde la antigüedad clásica hasta principios del siglo XX. Indaga en el patrón de estas experiencias, que descubrió en su primera investigación. Para ello analiza los sucesos documentados desde la antigua Grecia y Roma a la Edad Media, la Reforma, la Ilustración y el siglo XIX.
Lluís recopila y examina centenares de testimonios buscando si ese patrón se ha reproducido a lo largo de la historia. La aparición del mismo, más allá de las representaciones propias de cada cultura, cambiaría la hipótesis que defienden historiadores y antropólogos en la que estas experiencias son solo construcciones culturales.
Esta obra te sumergirá en un viaje fascinante hacia el dominio de tu mente, revelándote los secretos de la concentración mental. ¿Qué es y por qué es crucial en nuestro día a día? ¿Qué puede hacer una mente enfocada para ayudarnos a alcanzar la vida de nuestros sueños? Aquí encontrarás respuestas claras y prácticas que cambiarán tu perspectiva para siempre.
Aprenderás los beneficios incomparables de la concentración mental en todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo, mejorará tu rendimiento en el trabajo y en los estudios, enriquecerás tus relaciones personales y alcanzarás un estado de paz interior. Entenderás por qué vale la pena practicar la concentración de manera regular.
La escritura sobre el grial significó la construcción de un nuevo mito en la cultura europea. Es en la última obra de Chrétien de Troyes, El cuento del grial (1180), donde por vez primera aparece este término en torno al cual se concentró toda una historia: un castillo repentinamente aparecido en un valle, un rey enfermo, un joven que se maravilla ante unos objetos, entre ellos el grial, pero no pregunta nada acerca de ellos y de su posterior búsqueda. Entre otros motivos, el carácter inacabado del roman de Chrétien generó una escritura febril por parte de autores franceses y alemanes, siempre con la intención predominante de interpretar y comprender lo que habían heredado como un enigma, y así se sucedieron durante medio siglo las cuatro Continuaciones, el José de Arimatea de Robert de Boron, Perlesvaus de autor anónimo, Parzival de Wolfram von Eschenbach o La búsqueda del Santo Grial, de autor también desconocido, que ayudaron a conformar una poética concreta favorecida por el ambiente y la atmósfera de las Cruzadas. Es posible que fuera la pérdida de Jerusalén, y con ella la del Santo Sepulcro, la que activara este gran esfuerzo constructor del imaginario griálico que ha perdurado hasta nuestros días.