El camino de la vida es el testamento espiritual, el legado moral que León Tolstói decidió dejar al mundo en sus últimos días. Es su obra póstuma, pues falleció antes de su publicación, y como tal debe abordarse. Una joya literaria en la que, más preocupado por el mensaje que por las formas, nos ofrece sus reflexiones sobre el ser humano, la religión, la existencia, la espiritualidad, las virtudes o los defectos.
Todos queremos encontrar la felicidad. ¿Pero, qué podemos hacer para alcanzarla? A través de esta clara y sencilla guía, el célebre maestro budista de meditación y filosofía Khangser Rinpoche nos ofrece una serie de consejos prácticos sobre cómo entrenar nuestra mente y encontrar a lo largo del camino nuestra sabiduría y bondad innatas. Nos ayuda a descubrir el conocimiento más profundo al que todos podemos acceder, y cómo este puede despertarnos ante la verdad de las cosas. Dicha comprensión acerca de la verdad, junto con las prácticas que te ayudan a cultivar esta conciencia, transforman el sufrimiento en sabiduría y compasión, y, a la larga, en alegría.
Manual del monje para encontrar la alegría nos acerca la antigua tradición tibetana de entrenamiento mental a la vida del siglo XXI. A través de historias, ejemplos reales, reflexiones y prácticas de meditación —todo ello con un tono narrativo cercano y humorístico—, Khangser Rinpoche nos enseña a convertir nuestro sufrimiento en felicidad. Cuando entrenamos la mente a partir del contexto de la dificultad de nuestras emociones, logramos encontrar la verdadera alegría, de la misma manera que la ostra transforma un grano de arena en perla.
El Hua Hu Ching es la recopilación de 81 enseñanzas orales taoístas ―el mismo número que en el Tao Te Ching― que la tradición también atribuye a Lao Tse. En la etapa de luchas políticas en China durante el siglo XIV, este libro fue prohibido y quemados los ejemplares existentes. Afortunadamente, la práctica taoísta, basada en la transmisión oral de sus enseñanzas, permitió que el maestro Ni Hua-Ching las reprodujera después de su salida de China en 1976, colaborando en su posterior redacción y traducción, evitando así que se perdieran para siempre. En relación con su contenido, este se refiere al logro de la iluminación, la maestría y la paz de espíritu, transmitiendo su mensaje una enorme autoridad que revela el más puro origen taoísta.