Aunque hoy casi nadie lo recuerde, Marcel Proust escribió En busca del tiempo perdido, gracias a una extraordinaria capacidad de percepción que le permitió ver lo que nadie pudo. Sus contemporáneos lo consideraron un «médium despierto» y hablaron de él en términos que hoy lo vinculan a los fenómenos psíquicos. Este hecho demostrado en las páginas de este estudio fue silenciado por la crítica literaria... hasta ahora.
Telepatía, clarividencia y premonición son temas que impregnaron la mirada de una de las más grandes obras de su tiempo. El poder evocador de nombres, lugares y cosas, incluso su proyecto de viajar en la memoria para encontrarse con el origen de todo, se desvela como la aventura de una conciencia expandida. El escritor y las ciencias psíquicas reivindica esa capacidad, la contextualiza y aporta una visión más completa que nunca de la mente de Proust.
Mi mundo está patas arriba: desde que mis padres se separaron, ¡mi vida no para de cambiar!
Nunca pensé que tener doce años sería tan complicado. En serio... ¿puede volver a ser todo como antes? ¡Vida, dame un respiro!»
Goa es una adolescente que acaba de cumplir 12 años y ve cómo su vida da un giro inesperado de la noche a la mañana: sus padres se han separado, ahora tiene dos casas y toda su vida repartida entre ellas. Además, su padre va a tener un hijo con su nueva pareja, o sea que... ¡tendrá un hermanito! Cuántas cosas para tener solo 12 años. Goa solo quiere estar tranquila y que le dejen un ratito con la tablet para expresar todo lo que le pasa por la cabeza en un diario que graba en vídeo para sí misma. ¡Porque crecer no es nada fácil!
«Primer día de instituto... ¿nerviosa yo? ¡Qué dices!
Es solo que este año ha estado lleno de cambios: tengo compañeros nuevos, mi amiga Nadia se ha ido a otro insti, mi hermano nace en breves y luego está Klaus... no sé qué pasará entre nosotros. Además, ¡creo que mi madre tiene novio!
Las cosas están cambiando demasiado rápido... ¡Qué fuerte todo!»
El 3 de diciembre del 63 a.C. se produjo un debate en el senado de Roma para decidir el castigo para los cinco arrestados por su implicación directa en la conjura de Catilina. Gayo Julio César y Marco Porcio Catón defendieron puntos de vista antagónicos: mientras César defendía el derecho de cualquier ciudadano a no ser ejecutado sin un juicio; Catón exigía la inmediata ejecución de los cinco detenidos para evitar males mayores. A pesar de que Catón era un recién llegado al senado y cinco años más joven que César, después de su intervención los senadores rompieron a aplaudir y la moción de Catón quedó aprobada por una mayoría abrumadora. La propuesta de César había sido aplastada. Esta discusión sería el inicio de una rivalidad mortal entre ambos que se alargaría durante diecisiete años.
Durante siglos, muchos han argumentado que la caída de la República Romana tuvo sus raíces en la corrosión institucional.
EL AMOR ES LA MÁS PELIGROSA DE LAS CAÍDAS
BELLA
Desde que Ben desapareció, mi vida cambió por completo. Él fue mi primer amor, un abismo que me atraía con una fuerza más poderosa que la gravedad de cualquier estrella. A pesar del tiempo y la distancia, sigo pensando en él. Sé que debo olvidarlo. Se fue sin decir adiós y en mi cabeza solo queda el rencor, pero mi corazón…, mi corazón no entiende de ausencias.
BEN
Nunca quise dejar a Bella, pero pertenecer a la red Scott significaba poner su vida en peligro. Aunque lo más probable es que solo me guarde rencor, su recuerdo me persigue y si volviéramos a cruzarnos no sé si podría apartarla
de nuevo. Sé que mezclar amor y mafia no puede salir bien, así que debo permanecer alejado…, aunque cada día sin Bella sea una tortura.
Vivimos en una relación compleja con el trabajo. Se ha instaurado la creencia de que todos tenemos una pasión oculta, una vocación que rige nuestro camino profesional y que debe conducirnos hacia la felicidad laboral. Sin embargo, la realidad es que cada vez hay más gente descontenta, frustrada e insatisfecha.