Fue un sociólogo de origen húngaro. Estudió en las Universidades de Budapest, Berlín, París y Friburgo. Entre 1920 y 1933 fue profesor en Alemania, fundamentalmente en la Universidad de Fráncfort, pero tras la llegada del nazismo decidió salir de Alemania y desde 1934 hasta la fecha de su muerte desarrolló su labor docente en Inglaterra. Muy influenciado por el pensamiento de Karl Marx, y contemporáneo de Georg Lukács, fue uno de los sociólogos considerados por Raymond Aron en su ensayo "Sociología alemana contemporánea" (1935). Es una personalidad de gran relevancia en el debate acerca de la sociología del conocimiento, muy candente en Alemania en los años 20. Mannheim otorgaba mayor valor a las creencias subjetivas que a los hechos comprobables.
En el último cuarto del siglo XX, las sociedades europeas experimentaron cambios económicos, políticos, sociales y culturales de primera magnitud, que obligaron a todos los actores políticos a redefinir sus proyectos y sus actuaciones. Particular relevancia adquirieron las dos crisis económicas de los años setenta, que facilitaron el inicio de la denominada «revolución conservadora», también favorecida por el agotamiento de la ola izquierdista del «largo 68» y, posteriormente, la crisis y el derrumbe del bloque soviético.
En ese marco, la posición de las formaciones políticas conservadoras se reforzó en toda Europa, aunque con diferencias, en algunos casos notables, entre los diversos países.
«En medio del campo donde plantábamos patatas, con el incesante gorjeo de las alondras de fondo, le pregunté qué lugar elegiría si de repente un genio se cruzase en su camino para hacer realidad el viaje de sus sueños. “El Polo Norte”, me respondió. Yo apenas tenía diez años. Debía rondar esa edad cuando, una noche de verano, delante de la puerta de casa, mi padre me señaló la presencia titilante de la estrella polar, que no duerme, que permanece ja en el cielo y sirve al navegante para no perder jamás el rumbo.Por su ochenta cumpleaños, le regalé un viaje a la Tierra de Baffin, más allá del círculo polar ―en el Polo Norte. Estas páginas cuentan la parte visible». Estética del Polo Norte es un diario de viaje, una losofía del frío y una meditación sobre los males de la civilización. Onfray reexiona sobre el espacio, la naturaleza pero también sobre la nostalgia. Un texto denso, lírico e inteligente donde el autor asume su filosofía objetiva y silenciosa.