«Cerrar un círculo, otro círculo. De eso se trataba, ¿no?, de cerrar círculos».
Un escritor que curiosamente responde al nombre de Juan José Millás recibe el encargo del periódico en el que colabora para escribir el que, cree, puede ser su último reportaje. Por ello debe pensar con cuidado el tema que sirva de broche de oro a toda una carrera. La búsqueda del reportaje perfecto despierta en su interior el recuerdo de un episodio de su pasado, envuelto en la niebla entre la realidad y lo imaginado, que lo sitúa frente a una parte de su vida olvidada en el devenir de los años. ¿Qué ocurrió con el director de la sucursal del Banco Hispano Americano al que fue a visitar una mañana de su infancia junto a su madre? ¿Y con su amigo de la universidad, Alberto?
Juan José Millás aborda en esta historia, pertida y honda al tiempo, el misterio de la identidad, los límites de la ficción y el poder de la literatura para dar forma a lo real. Ese imbécil va a escribir una novela supone un salto mortal de Millás como narrador, que juega con el lector en estas páginas como un ilusionista, un mago de la palabra, un deslumbrante prestidigitador.
La filosofía antigua como guía para vivir en plenitud.
Hoy en día, la búsqueda de la felicidad es una de nuestras obsesiones, hasta tal punto que muchas personas han llegado a pensar que se trata sólo de una palabra vacía. Ante la multiplicación de libros de autoayuda que
prometen la felicidad instantánea, muchos piensan que es más importante ser justo, solidario, decente, virtuoso o seguir los preceptos de una religión o una propuesta espiritual, moral o política. Sin embargo, los filósofos griegos y latinos, a pesar de discutir acerca de cualquier asunto humano o divino, estaban de acuerdo casi sin excepción en una cosa: el sentido de la vida debe ser la búsqueda de la felicidad.
En este libro conoceremos siete maneras de buscar la felicidad según los pensadores de la antigua Grecia (y algún romano). Sabremos qué pensaban de la felicidad escuelas rivales como las de los estoicos, los epicúreos, los hedonistas o cirenaicos, los aristotélicos o peripatéticos, los platónicos o los escépticos.
Emma Woodhouse, la hija de un rico terrateniente, se muda al pequeño pueblo de Hartfield. Aburrida de su plácida vida junto a su padre, se dedicará en cuerpo y alma a su pasatiempo favorito: hacer de casamentera entre sus conocidos y jugar con sus vidas a su antojo. Sólo George Knightley será capaz de enfrentarse a Emma y criticar duramente su comportamiento, lo que provocará una deliciosa pugna entre ambos.