La primera guerra judeo-romana de 66-73 d.C. fue una lucha que tuvo enormes consecuencias, no sólo para los judíos, sino para la civilización occidental en su conjunto. La conquista de Jerusalén fue una historia trepidante que pone de manifestó, tanto las complejidades del combate, como las maniobras políticas y los aspectos religiosos que influyeron en el resultado de la lucha militar Dando-Collins detalla el conflicto desde ambos lados de la campaña de siete años. Su examen de la revuelta se basa en numerosos descubrimientos arqueológicos y forenses realizados en los últimos años para iluminar a las personas y los acontecimientos como nunca antes habían sido vistos. Ninguno de los bandos sale indemne del conflicto. Ambos fueron heroicos y bárbaros a partes iguales. Al final, los luchadores por la libertad de los judíos perdieron la guerra y Jerusalén, su ciudad santa, el centro de la campaña de ambos bandos. Sin embargo, hoy Jerusalén vuelve a ser el corazón de la fe judía, mientras que, gracias al cristianismo, el Imperio Romano y sus dioses han desaparecido.
Se mire por donde se mire, parece que las tensas líneas de las fronteras vibran al son de los acontecimientos mundiales, o incluso los llaman. Hoy día hay más fronteras en el mundo que nunca antes en la historia de la humanidad. Empezando por el ejemplo más antiguo conocido, Crawford viaja a muchas fronteras antiguas y nuevas: desde un paisaje glaciar que se derrite hasta la conflictiva Cisjordania y las fallas de la frontera entre Estados Unidos y México. Sigue la historia de las fronteras hasta nuestro frágil e incierto futuro, hacia las fronteras virtuales de Internet y la cambiante geografía de un mundo acosado por el cambio climático. A medida que el nacionalismo, el cambio climático, la globalización, la tecnología y las migraciones masivas chocan con unas fronteras cada vez más rígidas, algo tiene que ceder. Y Crawford se pregunta: ¿ha llegado el momento de abandonar las líneas que nos dividen?
Una nueva e importante historia del monacato medieval, desde el siglo IV al XVI Desde finales del Imperio Romano en adelante, los monasterios y conventos fueron una imagen común en toda Europa. Pero, ¿para quién eran los monasterios? ¿Qué tipo de personas los fundaban y mantenían? ¿Y cómo cambió el monacato a lo largo de los mil años que duró la Edad Media?Andrew Jotischky recorre la historia de la vida monástica desde sus orígenes en el siglo IV hasta el XVI. Muestra cómo las casas religiosas daban cobijo a pobres y ancianos, cuidaban de los enfermos y educaban a los jóvenes. Eran centros de vidaintelectual que poseían propiedades y ejercían el poder, pero también dieron lugar a nuevos desarrollos en teología, música y arte. Este libro reúne los relatos ortodoxos y occidentales, así como las experiencias de las mujeres, para mostrar por primera vezel panorama completo del monacato medieval. Es un relato fascinante y amplio que amplía como nunca antes nuestra comprensión de la vida en las órdenes sagradas.