Alain y Camille, amigos desde la infancia, contraen matrimonio con el beneplácito de sus familias. Alain está satisfecho con la unión, cuyo principal atractivo reside en la belleza idealizada de la esposa prudente y pasiva. Pero la vida en común con la Camille de carne y hueso le revelará que la imagen que tenía de ella contrasta inevitablemente con su exuberancia real. El descubrimiento de esta íntima desavenencia lo dejará a merced de otros anhelos, simbolizados por la gata Saha, sublime quimera que dominará la vida de Alain y se convertirá para Camille en una temible rival... Una novela tan sutil como mordaz en que Colette subvierte los tópicos del triángulo amoroso para indagar en las servidumbres de la devoción y en el conflicto entre fantasía y experiencia.
La sombra del cardo es una pentalogía que incluye algunas de las novelas más exitosas de la literatura japonesa de las últimas decadas: Azami, el club de Mitsuko; Hôzuki, la librería de Mitsuko; Suisen, el gato de Gorô; Fuki-no-tô, la granja de Atsuko y Mama, el caracol de Taro.
Atraco a mano armada, difamación, asesinato, conspiración, sustracción de obras de arte, composición de poemas elegiacos a la muerte de Hitler. De Verlaine a Burroughs, de Norman Mailer a Hans Fallada, de Giacomo Casanova a Curzio Malaparte, muchos han sido los literatos que, a lo largo de la historia, han purgado sus ofensas y delitos en la cárcel. Y han sobrevivido para contarlo. Chester Himes o Jean Genet se pasaron buena parte de su vida en el fondo de un calabozo infecto. Otros, como el Marqués de Sade o Heinrich von Kleist, iniciaron sus carreras literarias tras los barrotes de una prisión. Incluso se han dado casos, como los de Louise Michel o Goliarda Sapienza, de escritoras que experimentaron una irónica sensación de emancipación y libertad tras entrar en presidio.