En los momentos cruciales de su infancia, la niña siempre tenía a mano una naranja: la agarraba, la pelaba y la comía como si esa pieza de fruta fuera a consolarla de todos sus males. Más tarde descubrió una fruta distinta, más sabrosa, que había que comer a escondidas, lejos de las habladurías de la gente y de la mirada inquisidora de su madre; era una fruta prohibida, pero valía la pena correr el riesgo y disfrutar de aquella delicia.
Adoptada por un matrimonio evangélico de una pequeña ciudad industrial inglesa, la niña creció a la sombra del fervor religioso de toda una comunidad. Los primeros años de su vida fueron un ir y venir entre feligreses seducidos por los sermones y las palabras de la Biblia, pero cuando tenía poco más de diez años la niña supo que ella era distinta y que las leyes de su cuerpo la llevarían a descubrir otra forma de amar.
Australia, 1955. Daphne ha terminado sus estudios de veterinaria y podría comenzar a trabajar en el zoológico de Perth con sus padres, Maria y Bernhard. Sin embargo, decide aceptar un puesto de investigación que la acabará llevando al Congo. Pero la colonia belga está en un momento de agitación y pronto Daphne ya no estará segura allí...
París. El padre de Grit muere de forma inesperada durante un ensayo. Ella logra acabar la gira en su memoria, pero, cuando descubre que está embarazada, toma el siguiente barco hacia Nueva Zelanda para visitar a su madre, Nellie. Allí, la famosa pianista tendrá que aceptar su pasado antes de poder pensar en el futuro.
Morgan lo tiene todo planeado: dos trabajos, una nueva casa a las afueras de Baltimore y la promesa de disfrutar de la vida tranquila que siempre ha deseado. Sin embargo, la irrupción del seductor Luke en su vida desata el caos.
Una fatídica noche, su compañera de piso es asesinada, a Morgan le roban todas sus pertenencias y el FBI llega a su puerta para desvelar la verdadera identidad de su nuevo pretendiente. Luke es un estafador llamado Gavin que se aprovecha de mujeres para robarles, arrebatarles la identidad y finalmente, matarlas.