Estamos ante una novela inolvidable que, desde su primera publicación, ha seducido infinitos corazones y mentes, consolidándose como uno de los pilares indiscutibles de la literatura inglesa y de la narrativa romántica de todos los tiempos. Jane Austen despliega, con suma delicadeza y cariño, una historia que, con el tiempo, se ha convertido en un ícono indiscutible del amor verdadero confrontado con los prejuicios sociales. A través de las vivencias de Elizabeth Bennet, una heroína de inteligencia afilada y espíritu indomable, y del enigmático Sr. Darcy, cuyo orgullo y percepciones deben ser transformados por la fuerza del sentimiento creado entre ambos, la autora nos invita a contemplar una danza de miradas, palabras no dichas y el dulce tormento del amor no confesado.
El gran deseo y afán de la señora Bennet es casar a sus cinco hijas ventajosamente para asegurar su futuro incierto. Por ello, cuando llega a la zona el señor Bingley, un joven acaudalado y soltero que alquila la imponente finca de Netherfield, está convencida de que conseguirá sellar una unión favorable con una de ellas. La novela inicia a lo largo de esa temporada de bailes y se centra en los romances y los compromisos de las jóvenes Bennet, pero también desgrana las consecuencias de esas elecciones y la gran responsabilidad e importancia de elegir marido para las mujeres entonces. En esta novela, Jane Austen presenta un análisis preciso e irónico del amor a principios de s. XIX.
Con su amable ironía, sus diálogos chispeantes, su desenlace romántico y sus enérgicas heroínas, Orgullo y prejuicio es la novela más popular de Jane Austen. La historia de amor de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, que primero se rechazan, luego se desafían y alcabo se cautivan el uno al otro, es también una novela sobre la búsqueda de la felicidad y laa firmación de la identidad en un mundo de estrictas normas sociales, donde una mujer tiene que casarse bien para salir adelante.
El protagonista de esta historia, Orlando, un muchacho aristócrata de la corte de Isabel I no solo vive con intensidad una dilatada época que va des de la época isabelina hasta nuestros días, sino que tras un profundo sueño, se despierta encarnado en mujer. La agilidad con la que la autora teje este juego es una muestra excelente de un sentido del humor que pocas veces asociamos a la personalidad de Virginia Woolf y una exploración sobre la condición femenina que influirá en posteriores estudios de género.
En Orlando (1928), Virgina trata temas considerados tabúes en su época, como la sexualidad femenina, la homosexualidad así como el papel de la mujer en la sociedad del momento. Narra la historia de Orlando, un joven noble que, viviendo durante varios siglos, tiene cambios de género pasando de ser hombre a ser mujer.
Como consecuencia de dos artículos leidos a mujeres en 1928, Virginia entró en la dimensión politica feminista. En la lucha contra el rol tradicional de la mujer en la sociedad: la relegación de la mujer era la escena doméstica, la presión que recibe para someterse a las ideas patriarcales y la negación de que tuviese sus propias ganancias y su intimidad. «Si una mujer va a escribir, tiene que disponer de dinero y de una habitación propia».
First masculine, then feminine, Orlando is a young sixteenth-century nobleman who gallops through the centuries, from Elizabethan England and imperial Turkey to Virginia Woolf’s own time. Will he find happiness with the exotic Russian Princess Sasha? Or is the dashing explorer Shelmerdine the ideal man? And what form will Orlando take on the journey—a nobleman, traveler, writer? Man or . . . woman?