Víctor y Sara una vez creyeron tenerlo todo. Se amaron con una intensidad que pocas veces se repite en la vida, pero también se hicieron daño. Su historia terminó en un divorcio que los dejó rotos, obligándolos a reconstruirse el uno sin el otro.
Ahora intentan seguir adelante, recogiendo los pedazos de lo que fueron y adaptándose a un presente donde ya no son «nosotros», sino dos extraños con un pasado compartido. Pero, cuando sus caminos se cruzan de nuevo, los sentimientos enterrados vuelven a salir a la superficie. La nostalgia se mezcla con el dolor, el deseo choca contra el miedo y el amor se viste de resentimiento.
¿Se puede amar y odiar a alguien a la vez? ¿Puede el amor transformarse y sobrevivir al tiempo? ¿Existen las segundas oportunidades… o algunas historias simplemente están destinadas a terminar?
Víctor lo tiene claro. Sara no tanto. Porque hay heridas que nunca se cierran, recuerdos que nunca se borran y sentimientos que nunca mueren del todo…
Todos conocemos el amor pasional que te nubla la razón, el amor a primera vista que te vacía el estómago y el amor platónico que te llena el corazón de fantasía y admiración.
Pero ¿es posible enamorarse de alguien sin tan siquiera conocerlo? ¿Puede una persona enamorarse de otra sin haberla visto? ¿Es posible desarrollar sentimientos por una persona que solo has escuchado?
Klara encontrará la respuesta a esas preguntas, escuchando con dedicación todos los días su programa favorito de radio Sigue Mi Voz.
Ariana Godoy (A través de mi ventana, A través de ti, Heist y Fleur. Mi desesperada decisión, entre otros) firma una historia de amor y de aceptación y superación propia tan preciosa como necesaria que nos enseña a lidiar con la (falta) de autoestima, la salud mental y muchísimas otras situaciones difíciles. Un libro que te rompe para volverte a construir pieza por pieza y que te enseña la lección de vida más importante: sentirte bien contigo mismo para volver a hacer todo lo que amas.
Two decades ago, the Bloodmoons ruthlessly murdered Saffron Killoran’s parents, destroying her idyllic childhood. Hell-bent on revenge, she lies her way into Silvercloak Academy—the training ground for her city’s elite order of detectives—with a single goal: to bring the Bloodmoons to justice.
But when Saff’s deception is exposed, rather than being cast out, she’s given a rare opportunity: to go undercover and tear the Bloodmoons down from the inside.
Descending into a world where pleasure and pain are the most powerful currencies, Saff must commit some truly heinous deeds to keep her cover—and her life. Not only are there rival gangs and sinister smuggling rings to contend with, but there’s also her growing feelings for the kingpin’s tortured son, with his vicious pet fallowwolf, his dark past, and the curious prophecy foretelling his death at Saffron’s hand.
Pese a la autocomplacencia de muchos de sus cultivadores, no es un secreto para nadie que tanto la crítica de literatura y pensamiento como el llamado periodismo cultural están bajo mínimos, en parte por la precarización de los medios pero también o sobre todo por las evidentes carencias de las plumas que se limitan a ejercer como terminales de propaganda. En este panorama degradado sobresalen tanto más los autores que recogen el testigo de los grandes para combinar el conocimiento y la independencia de criterio, lejos de la corrección y los lugares comunes. Caracterizada como de costumbre por la variedad, la erudición y la ironía, la nueva recopilación de ensayos de Juan Bonilla se abre con una colección de ácidas y chispeantes notas, seguidas de aproximaciones a Unamuno, Kafka y Borges. Reflexiones sobre la fotografía, las humanidades y la ciudad completan un amenísimo volumen donde el jerezano derrocha originalidad, brillantez y frescura, cualidades que han convertido al narrador y poeta en un crítico y articulista ineludible. «Los libros son espejos: No puede un simio que se asoma a ellos esperar que quien salga reflejado sea un apóstol. Lo dijo Lichtenberg, y sin embargo… Quizá los grandes libros son precisamente los antiespejos: muestran a los simios que se asoman que en todos ellos hay algo de apóstol, y sobre todo les recuerdan a los apóstoles que van a contemplarse que al fondo de sus ojos sigue habitando un simio».
En 1940, en carta a una antigua alumna, Simone Weil escribe que Francia, «en un plazo bastante breve», había de conocer «una forma más o menos acentuada de racismo», y advierte: «Yo me contaré, en ese caso, entre los parias». Por esas mismas fechas, se había declarado deudora de «la tradición cristiana, francesa, helénica». Es en esta encrucijada en la que se topa con su condición de judía.
Disipando polémicas estériles, este libro aclara la posición de Simone Weil ante la «cuestión judía». ¿Cabe asimilar su duro juicio sobre la religión hebrea a alguna forma de antisemitismo? La respuesta no solo requiere situar sus textos más problemáticos en el preciso contexto histórico y político en el que fueron escritos. Exige, ante todo, leer esos textos a la luz del conjunto de su pensamiento, que apunta a una política espiritual capaz de articular lo sobrenatural y la acción pública. Solo yendo a las razones profundas de su filosofía sin eludir sus contradicciones es posible un ensayo de comprensión.