En esta novela de trazos autobiográficos, Capote relata la historia de una pequeña comunidad norteamericana cuyos cimientos morales se ven conmocionados por un extraño episodio. Collin Fenwick, joven huérfano que vive con las solteronas Talbo, es testigo de la singular relación que une a las dos hermanas: Verena, rígida y avara, la mujer más rica del pueblo, y Dolly, que ha hipotecado su vida al cuidado de su hermana y la casa. Ambas padecen de soledad. Dolly sólo halla distracción en los ratos que pasa con Catherine, una negra que realiza las labores domésticas, y en ocuparse de su curiosa medicina para la hidropesía. La intervención de un pícaro que desvalija a Verena, frustrando de paso sus expectativas sentimentales, desencadena el acontecimiento central: Dolly y Catherine abandonan la casa y se instalan, junto al joven Collin, en la precaria cabaña construida en la cima de un enorme árbol. Este hecho insólito provoca el desconcierto en la buena sociedad del pueblo, entre cuyos preclaros miembros se cuentan un sheriff servil, los brutos de turno y, cómo no, el reverendo y su esposa. Pero los improvisados moradores del árbol también ganan adeptos, como los panaderos County, el joven Henderson y el peculiar juez Cool, que encuentra ocasión de redimir el vacío de su vida...
¿Ha perdido el arte su aura, su dimensión intelectual o, lo que es peor, su poder de comunicación, dicho en otras palabras, su principal razón de ser? En este libro polémico y escrito a contracorriente de la crítica más conformista, Marie-Claire
Uberquoi reflexiona sobre la plástica de las últimas décadas, centrándose en los artistas que han llevado más lejos sus deseos de acoso y derribo de la noción tradicional del arte para plantearse nuevas vías de expresión.
Muchos piensan que se ha tocado fondo y hablan de la impostura de la creación actual. Otros apuestan por un arte supuestamente renovador plasmado en trabajos que no tienen nada que ver con el goce estético. El rechazo del objeto artístico, la explotación publicitaria de obras falsamente provocadoras, la deriva hacia el activismo político y el fenómeno de la banalización del arte son algunas de las cuestiones analizadas en este ensayo que propone reivindicar «otro arte contemporáneo» ajeno a la cultura del espectáculo.
La conversación es un arte efímero y privado; quizá el más selecto de todos, ya que son muy pocos los elegidos que tienen la fortuna de escuchar y participar en cualquiera de sus mejores representaciones. Casi todos los que tuvieron el privilegio de conocer a Oscar Wilde coinciden en que era un conversador incomparable. Un aspecto esencial de su lúcida y amena conversación se preserva en los incontables e ingeniosos epigramas que brillan a lo largo de toda su obra; su secreto consiste en que, siendo al mismo tiempo ciertos y falsos, siempre amplían nuestra visión de la vida.
Linda Seger explica con claridad cómo adaptar al cine una novela, una obra de teatro o una historia real, y da solución a los problemas más comunes.
Las adaptaciones cinematográficas son, desde hace mucho tiempo, el principal soporte de la industria de Hollywood y de las cadenas de televisión norteamericanas. Además, la mayoría de las cintas que han ganado el Oscar a la mejor película han sido adaptaciones de novelas, obras de teatro o historias reales. Linda Seger, autora de varios libros ya clásicos sobre escritura de guiones, ofrece ahora un manual valioso y completo para guionistas, productores y realizadores que quieran adaptar obras y acontecimientos a la pantalla.
Junto a cómo analizar este material y evaluar su potencial como película, Seger proporciona un método práctico para trasladar al cine la historia, los personajes, los temas y el estilo. La última parte aborda también las cuestiones legales de toda adaptación, las posibilidades de opción sobre una obra y la protección de los derechos como guionista o productor.
SUN TZU nació hacia el 544 antes de Cristo en el estado de Qi, uno de los Reinos Combatientes de la historiografía tradicional china. Después de haber combatido en diversas regiones, el gobernante del estado de Wu solicitó sus servicios como general. Como resultado de su experiencia militar al servicio del monarca, Sun Tzu redactó El arte de la Guerra.
El arte de la guerra de Sunzi es, junto con el Laozi, el texto filosófico chino más conocido en Occidente desde que el jesuita francés Jean-Jacques Amiot lo tradujera por primera vez en 1772. Concebido con una lucidez y una racionalidad implacables, el contenido de esta breve obra desborda por completo los estrechos márgenes definidos por la estrategia militar al desentrañar con meticulosa precisión los mecanismos fundamentales de la dominación absoluta. Mucho más que un mero tratado de táctica o estrategia, proporciona un fértil e inagotable horizonte de interpretaciones y potenciales aplicaciones en ámbitos tan dispares como la teoría política, la filosofía, la economía o la psicología.
La presente edición, revisada y actualizada, es la primera traducción realizada directamente del chino antiguo. Además de cotejar las diferentes ediciones del texto y los manuscritos recientemente descubiertos por la arqueología, pretende integrar la obra atribuida a Sunzi en su contexto original, confrontándola con el resto de la literatura militar, política y filosófica de la época.
El arte de la guerra es el tratado sobre estrategia más famoso del mundo, que se ha convertido en un libro de culto en el mundo de la empresa. Varias películas ambientadas en Wall Street han contribuido a popularizar este pequeño libro que nos propone unos principios válidos tanto en el mundo de la estrategia militar como en el de los negocios o la política. A pesar de su antigüedad, es un libro terriblemente moderno que ayudará a reflexionar sobre cualquier tipo de problema y a plantear las estrategias necesarias para atacarlo.
En el territorio de las tierras altas que va desde la cordillera del Himalaya hasta Vietnam y la península de Malaca, se extiende una región que James C. Scott llama Zomia. Marcada por su contraste con las llanuras
fluviales de cultivo de arroz y los primeros Estados que allí se establecen, Zomia se ha desarrollado durante varios milenios como una mezcolanza de pueblos y gentes que, de forma consciente, han establecido sociedades de base igualitaria en oposición a las formas de dominio, servidumbre y esclavitud tan propias de las llanuras civilizadas. La principal característica de estos pueblos es, según Scott, que son «bárbaros por diseño». Su organización social, el entorno montañoso, su horticultura autosuficiente y sus prácticas culturales se han empleado con el fin de proteger a esos mismos pueblos de la intromisión y dominio de los Estados que los circundan.
En una dirección así opuesta a la historia escrita a partir de las civilizaciones agrarias, y luego de los Estados modernos, Scott nos ofrece un importante fragmento de una «historia anarquista» de la humanidad. La novedad de este enfoque es que la historia de Zomia no se presenta como la de unos pueblos apartados y primitivos, sino como una corriente cultural y política consciente, que se opone a las formas de vida estatales, y que en este caso perdura hasta tan tarde como las décadas finales del colonialismo. Zomia, además, no se puede explicar como una excepción en la historia, sino seguramente como una trayectoria casi siempre reconocible justo a los lados de la larga marcha que ha llevado a los Estados a convertirse en la única forma de vida política concebible.