La inteligencia es un destello fugaz en la larga noche de la historia cósmica. Que pueblen la tierra no una sino dos especies inteligentes al mismo tiempo pone en cuestión cualquier cálculo de probabilidades. El hecho de que esas dos especies, tan distintas como complementarias, forjen una alianza que a su vez enciende una civilización desafía toda lógica.
Los inicios de la alianza entre las hormigas y los dinosaurios fueron humildes, pero de ella surgieron la escritura, las matemáticas, los ordenadores e incluso los viajes espaciales. Una verdadera era de las maravillas que, sin embargo, hará pagar un alto precio a la biosfera de la Tierra y a quienes dependen de ella.
A la amistad están dedicados íntegramente los libros octavo y noveno de la Ética a Nicómaco, uno de los tratados más célebres e influyentes de Aristóteles. El filósofo no sólo la considera necesaria, sino también bella: nadie desearía una vida sin amigos por más rica que fuera en otros bienes. La amistad es, pues, una virtud indispensable en toda etapa de la vida y para toda comunidad humana. Pero ¿no existen diversos tipos de amistad?, ¿y acaso son todos igualmente virtuosos? Hay relaciones basadas en el placer, otras en la conveniencia y otras tan sólo en la voluntad de ambas partes de obrar bien y obsequiarse mutuamente. ¿Cuáles son más duraderas y tienen efectos más beneficiosos incluso en la vida política? Una reflexión viva que apela al lector a pensar sobre una dimensión de la existencia individual y colectiva sin la cual no conoceríamos la civilización.
Profesor universitario en una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra, el británico Howard Belsey está pasando, a sus cincuenta y siete años, por uno de sus momentos más bajos: su futuro académico parece definitivamente estancado y, en su casa, las cosas van de mal en peor. Tras treinta años de convivencia con Kiki, una hermosa activista afroamericana que ahora pesa ciento veinte kilos, un desliz amoroso amenaza con hundir su matrimonio. En cuanto a sus tres hijos, se encuentran absortos en sus propias vidas: el enamoradizo y sesudo Jerome se ha convertido al cristianismo; la ingenua y ambiciosa Zora sigue los dictados de su precoz inteligencia, y el quinceañero Levi es un abanderado de la negritud.
Y como si el panorama no fuera lo bastante complejo, el odiado Monty Kipps, especialista en Rembrandt como él y su adversario más acérrimo, ha sido invitado a formar parte del cuerpo académico de la universidad.