Este no es un libro científico ni es un tratado de administración. Tampoco es un libro de crecimiento. Es un taller de herramientas para ser usadas según se ajusten a las circunstancias. Pueden servir también para evitar momentos inoportunos e incluso para tomar partido por algunas ideas y rechazar otras. La empresa, el trabajo, sus actores, las posiciones asumidas por unos y otros, me sirven de abanico para saltar de tema en tema sin el cuidado necesario de marcar los pasos a ritmo de uno, dos y tres. Aquí se juntan merengues, salsas, baladas y boleros, con tango, rock and roll, paso doble y, sobre todo, con el cambalache de la vida. El cuestionamiento y el clamor bailan el vals de la esperanza, soñando que humanismo y razón se consagren como la orquesta remedio, donde todos toquen, canten y bailen. En algunos tramos viajo a contra marcha, consciente de que mi estandarte desdice el ondear de la mayoría de las banderas.
Es la mañana de la cosecha que dará comienzo a los décimos Juegos del Hambre. En el Capitolio, Coriolanus Snow, de dieciocho años, se prepara para una oportunidad única: alcanzar la gloria como mentor de los Juegos.
La casa de los Snow, antes tan influyente, atraviesa tiempos difíciles, y su destino depende de que Coriolanus consiga superar a sus compañeros en ingenio, estrategia y encanto como mentor del tributo que le sea adjudicado. Todo está en su contra…
Katniss Everdeen ha sobrevivido dos veces a los Juegos del Hambre, pero no está a salvo. La revolución se extiende y, al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso plan, todos excepto Katniss.
Aun así su papel en la batalla final es el más importante de todos. Katniss debe convertirse en el Sinsajo, en el símbolo de la rebelión... a cualquier precio.
Katniss Everdeen ha sobrevivido a Los juegos del hambre. Pero el Capitolio quiere venganza.
Contra todo pronóstico, Katniss Everdeen y Peeta Mellark siguen vivos. Aunque Katniss debería sentirse aliviada, se rumorea que existe una rebelión contra el Capitolio, una rebelión que puede que Katniss y Peeta hayan ayudado a inspirar. La nación les observa y hay mucho en juego. Un movimiento en falso y las consecuencias serán inimaginables.
En una oscura versión del futuro próximo, doce chicos y doce chicas se ven obligados a participar en un reality show llamado Los juegos del hambre. Solo hay una regla: matar o morir.
Cuando Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, se presenta voluntaria para ocupar el lugar de su hermana en los juegos, lo entiende como una condena a muerte. Sin embargo, Katniss ya ha visto la muerte de cerca y la supervivencia forma parte de su naturaleza.
El mundo está observando. Ganar significa fama y riqueza. Perder significa una muerte segura.
¡Que empiecen los septuagésimo cuartos juegos del hambre!
En una oscura versión del futuro próximo, doce chicos y doce chicas se ven obligados a participar en un reality show llamado Los Juegos del Hambre. Solo hay una regla: matar o morir.
Cuando Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, se presenta voluntaria para ocupar el lugar de su hermana en los juegos, lo entiende como una condena a muerte. Sin embargo, Katniss ya ha visto la muerte de cerca y la supervivencia forma parte de su naturaleza.
¿Unas memorias? ¿Un dietario? ¿Un libro de viajes? ¿Un ensayo sobre la literatura y el mundillo literario? ¿Una crónica de la literatura española entre los siglos XX y XXI? ¿Una novela social? ¿Una carta de suicidio?
Más bien un exorcismo, ya que no por casualidad arranca con una invocación al padre Karras de El exorcista. Dice la autora, acaso poseída: «Soy una escritora que pide un ascenso y ya es demasiado vieja para ascender. Soy una escritora que no cree −para nada− en la autonomía del campo cultural. Soy una escritora, en medio de la selva, que se abre camino entre la vegetación con un machetito mellado». Y asegura: «Escribo un libro para salvarme de los libros y sus repliegues laterales. Sus turbulencias y su moho. Su copyright. Para recuperar una pureza que solo me haga pensar en que Confucio es el padre de la confución y enunciar grandes palabras que trascienden lo local para transformarse en asunto humano, demasiado humano [...]. Una literatura sin la mugre de la envidia o la negociación del anticipo. Sin portadas ni listas de notables en los suplementos literarios».
Faltan dos semanas para la boda de la teniente Valentina Redondo y Oliver Gordon. En plenos preparativos, los sorprende la noticia de un atentado masivo en el Templo del Agua del famoso balneario cántabro de Puente Viesgo. Las instalaciones del idílico paraíso de agua estaban ocupadas por un grupo de empresarios, y todo apunta a que la masacre ha sido perpetrada con una peligrosísima arma química. Valentina tendrá que cooperar con el ejército y con un equipo de la UCO para resolver el crimen.
Pronto descubrirán que un cerebro hábil y cruel ha puesto en marcha una maquinaria infalible, ejecutando cada uno de sus movimientos con extraordinaria frialdad, en un claro desafío a la inteligencia y a las habilidades deductivas de Valentina y del propio lector. La teniente Redondo llegará a dudar de los pasos que debe seguir, porque las sospechas no tardarán en recaer sobre alguien que jamás ha visto pero que, en el fondo, siente que conoce. El peligro es un latido que no se extingue nunca.
Durante años, un reducido número de catedráticos y profesores de Oxford, así como algunos de sus amigos, se reunían en un pub cada martes por la tarde para tomar unas cervezas, debatir sobre cuestiones como la mitología, la religión o la literatura, y leerse mutuamente las obras que estaban escribiendo. Este grupo, que incluía a intelectuales de la talla de Lewis, J.R.R. Tolkien y Charles Williams, era conocido por el nombre de Los Inklings y tuvo una gran influencia en el mundo literario de la época.
Humphrey Carpenter, quien escribió la aclamada biografía de J.R.R. Tolkien, se basa en cartas y diarios inéditos, a los que tuvo acceso especial, para narrar esta apasionante historia.