A principios del siglo XX, en una pensión de la Riviera, una viuda inglesa ya mayor regala a un anónimo oyente austriaco una confesión imprevista: en su juventud, tuvo un encuentro en un casino de Montecarlo con un joven aristócrata polaco que la llevó a vivir veinticuatro horas de frenesí, a debatirse con las convenciones de la sociedad y a arriesgarlo todo por una pasión pasajera. En esta historia sobre la obsesión y la memoria, Stefan zweig despliega su prosa envolvente, su fina ironía y su capacidad de análisis psicológico para crear un clásico inolvidable.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada es un libro doloroso y pastoril que contiene mis más atormentadas pasiones adolescentes, mezcladas con la naturaleza arrolladora del sur de mi patria. Es un libro de amor porque a pesar de su aguda melancolía está presente en él el goce de la existencia.» Con estas palabras definía Pablo Neruda este volumen que el lector tiene en sus manos, aparecido en abril de 1924, cuando el poeta apenas tenía diecinueve años de edad.
Se iniciaba así el milagro de un texto escrito por un estudiante provinciano, bohemio, pobre y poco afortunado en el amor. Con el tiempo, el joven se convirtió en un poeta universalmente consagrado, y este libro, en uno de los poemarios más leídos, publicados y traducidos en el mundo.
Siempre ávido de explorar diferentes estilos, Albert Adrià nos ofrece en esta ocasión su interpretación de la cocina elaborada con vegetales, que incluye platos de nuestro recetario más cercano y también de las gastronomías de todo el mundo. Para este libro ha seleccionado recetas fáciles, con ingredientes escogidos, que ha adaptado a su personal manera de entender la cocina. Estos vegetales lograrán que amplíes tu abanico de elaboraciones y le pierdas el miedo a preparar el brócoli, la calabaza o las espinacas, entre otros ingredientes que, generalmente, aterran a la familia.
Cocina delicias vegetarianas de la mano del chef más creativo.
Dos narrativas irreconciliables han dibujado la historia del conflicto árabe-israelí: la sionista, que defiende el derecho de un pueblo judío maltratado a retornar a su patria ancestral y formar un Estado; y la palestina, que se opone a la ocupación y denuncia la violencia infligida por los primeros. Así, la propia historia resulta inseparable de la política en un enfrentamiento en el que ambas facciones se identifican como víctimas y en el que la autodeterminación de una de ellas supone inevitablemente la negación y el exilio de la otra. Sin embargo, Vecinos y enemigos ha logrado conjugar ambos relatos, desmontando sus mitos y contradicciones, y desde su publicación en 2018 se ha erigido como el análisis histórico más riguroso, objetivo y completo que se haya elaborado hasta la fecha.
Basándose en una amplia gama de fuentes, desde documentos desclasificados hasta historias orales y sus propios informes sobre el terreno, el presente libro es resultado de las más de cuatro décadas que el periodista británico Ian Black estuvo viviendo y trabajando como reportero en Israel y Palestina. Con la rendición de Jerusalén ante las tropas británicas y la llegada de los primeros colonos sionistas en 1917, o con las negociaciones de paz fallidas durante la segunda década del siglo xxi, recorremos cien años de violencia continua y los eventos trágicos que definieron el presente y condicionan el futuro del conflicto más polarizador de la era moderna.
Mito legendario y proteico, el vampiro ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales, al acecho como anunciación de la otredad, los miedos reprimidos y la voracidad de nuestros traumas, o formando parte indisociable de nuestra esencia como plasmación de la mitad oscura e ilustración de la dualidad que nos constituye y materializa nuestros anhelos e instintos más inconfesables.
La presente antología traza la evolución del vampiro en lengua inglesa desde sus manifestaciones en textos medievales, con semas y modus operandi que anticipan las características primordiales del chupasangres en siglos posteriores, hasta la eclosión manifiesta del ente en el periodo decimonónico, con la canonización de los vampiros de Polidori, Byron, Le Fanu, y, sobre todo, la obra seminal de Bram Stoker, desembocando en la idiosincrasia ecléctica o la reinterpretación vanguardista y alejada de los presupuestos clásicos y puristas que dinamizan la variedad y estilización del mito en la primera mitad del siglo xx, como génesis de las drásticas transformaciones que se darían, posteriormente, en la posmodernidad, metamorfoseándose el vampiro en un icono adolescente o una suerte de zombi descerebrado y despojado de su aura aterradora.