La economía y los conceptos que se utilizan para describirla están por todas partes. Los medios de comunicación bombardean a sus audiencias con jerga económica constantemente. Se usan términos como “gasto público”, “mercado”, “evasión fiscal”, “austeridad presupuestaria”, “déficit comercial”, etc. Con todo, pocas personas podrían definir estos conceptos si se les pidiera explicarlos y este desconocimiento se ve reflejado en las pésimas decisiones que toman los políticos. Por ello, Thomas Porcher propone remediar este vacío de conocimiento con este diccionario, en el que explica nociones económicas de manera clara y puntual. Dirigido a todo público, se busca que el contenido permita a los lectores entender, pensar de forma crítica y elaborar argumentos para tener voz en el debate de las políticas económicas de su país.
En todas las personas hay una zona de sombra que alberga emociones reprimidas, pulsiones no reconocidas y deseos inconfesos. Son aspectos que no solo cuesta reconocer, sino que además nos esforzamos por mantenerlos ocultos. Sin embargo, esa sombra alberga facetas de nuestra personalidad que, correctamente integradas, tienen un gran potencial y pueden aportar a nuestra existencia una riqueza insospechada.
Explora tu inconsciente para descubrir tus propios secretos ocultos y conocerte mejor con ayuda de los tests, preguntas de profundización progresiva, actividades de asociación libre y ejercicios de visualización propuestos en este diario. La experiencia te hará crecer personalmente; serás una persona más completa y más fuerte para enfrentarte a los retos que plantea la vida, con energías renovadas y mayor autoconciencia de quien eres realmente.
Actuar con moderación, ver las cosas no solo desde nuestra perspectiva, descubrir aquello que está fuera de nuestro control, desarrollar la empatía, asumir la autocrítica, analizar las causas de nuestra ira e impaciencia… Esto es lo que este extraordinario manual nos permite aprender al aplicar la filosofía estoica en nuestro día a día.
A través de 52 lecciones, el filósofo Massimo Pigliucci y el terapeuta Gregory Lopez nos muestran cómo superar las dificultades y hallar la tranquilidad en el mundo moderno con las enseñanzas de Séneca, Musonio Rufo, Epicteto o Marco Aurelio. Partiendo de los tres grandes objetivos del estoicismo —la Disciplina del Deseo, la Disciplina de la Acción y la Disciplina del Asentimiento—, los autores proponen una serie de ejercicios semanales y cuestionarios con el fin de llevar un registro de los progresos realizados al incorporar realmente la filosofía estoica en nuestras vidas.
El libro de Roberto Fulcar Mi compromiso 'con la educación constituye, como se puede apreciar, un referente obligado en el debate educativo en el país. Su idea conecta las tareas de la educación con las propias del desarrollo y debe asumirse como una premisa del análisis y, sobre todo, como una condición del proceso de cambio. En segundo lugar, el libro nos enseña que en realidad la práctica de la educación es una práctica de la sociedad y que educar es también e intrínsecamente un proceso de construcción social. El tercer asunto que nos revela este libro es que la tarea de la educación define un compromiso ciudadano donde la sociedad toda se encuentra comprometida y, de
hecho, educar es en última instancia construir democracia».
Roma, 1960. Mientras un Andre Aciman adolescente observa el puerto de su nueva ciudad, su madre se preocupa por el equipaje: treinta y dos maletas y baúles que contienen todo su mundo. Acaban de llegar a Italia desde Alejandría, hogar que han tenido que dejar atrás. Su padre sigue en Egipto y ahora Andre es el cabeza de familia. Solían tener una buena vida, pero todo vestigio de su estatus se ha esfumado tras su huida.
El autor, su hermano pequeño y su madre se mudan a un apartamento de la capital italiana que justo antes de su llegada se usaba como burdel. Mientras buscan la manera de encontrar su sitio en la ciudad, el autor se encierra en su habitación para leer un libro tras otro.
Cuando escribí la primera edición de este libro tenía muy poco conocimiento acerca de la misión que le corresponde desempeñar a los Ángeles Celestiales con todos los seres humanos. Recuerdo que en cada experiencia positiva usaba deliberadamente la palabra “Ángel”, pero sin una conciencia clara del significado tan profundo que tiene esta palabra. Para explicarme mejor expondré un ejemplo sencillo. Cuando algo se me resolvía rápida y fácilmente a través de la ayuda de otra persona, yo decía: “Gracias a un Ángel que me ayudó”. De esta manera, cada vez que necesitaba “una mano amiga” decía: “Dios mío, por favor, mándame un Ángel, necesito encontrar un Ángel en este lugar”.
Otras veces perdía algo y de igual manera decía: “Necesito un Ángel que me ayude a encontrar lo que he perdido”. Así, sucesivamente, la palabra Ángel fue ocupando gran parte de mi diario vivir. Igualmente, si trataba a una persona buena, pensaba: “Esa persona es un Ángel o tiene algo de Ángel”. Poco a poco comencé a interesarme más seriamente en los Ángeles.