¿Qué harías si la única forma de conseguir tu objetivo fuera aliarte con el chico más insoportable... y más guapo del instituto?
Hay una cosa que Athalia Pressley desea sobre todas las demás: el afecto de su hermano gemelo. Desde la muerte de sus padres, Henry no se lo demuestra nunca… Hasta que, por culpa de una asignatura casi suspendida y la obligación de asistir a clases particulares, Athalia acaba en manos del enemigo de su hermano.
De repente, Athalia consigue la atención de Henry, y, si quiere que las cosas sigan siendo así, necesita a Dylan McCarthy Williams. El rival de su hermano no le cae muy bien, y no le gustan ni sus comentarios mordaces ni su actitud de sabelotodo. Ni tampoco su pelo alborotado, ni sus ojos de ensueño, ni ese cuerpo de jugador de fútbol… Sin embargo, a base de citas falsas y risas forzadas, parece que ambos consiguen dejar atrás sus diferencias para lograr un objetivo común: que uno de los Pressley les haga caso.
Lo único que ansía Lachlan Kane es vivir en paz. Pero sabe que, después de fastidiarla durante un encargo para el cliente más importante de su jefe, jamás conseguirá salir del mundo del crimen organizado. Al menos, hasta que Lark Montague le ofrece un trato: dar caza a un asesino a cambio de que ella garantice su libertad.
¿El problema? Primero tienen que casarse. Y ambos se llevan a matar.
Puede que la cantante y compositora indie Lark Montague parezca un torbellino de alegría y purpurina, pero esconde un montón de secretos. Después de que su formidable familia sufra varios reveses y la felicidad de su mejor amiga se vea amenazada, no duda en llegar a un acuerdo con el hombre que está empeñada en odiar, al margen de lo atractivo que sea el taciturno asesino a sueldo.
A medida que Lachlan y Lark se sumergen en el oscuro mundo que los mantiene unidos, su matrimonio falso se vuelve indistinguible de uno de verdad, aunque no son solo las dificultades familiares las que los atormentan. Hay otro fantasma al acecho... Y está sediento de sangre.
Año 997, finales de la Edad Oscura. Inglaterra se enfrenta a los ataques de los galeses por el oeste y de los vikingos por el este. La vida es difícil y aquellos que ostentan algo de poder lo ejercen con puño de hierro y, a menudo, en conflicto con el propio rey.
En estos tiempos turbulentos, tres vidas se entrecruzan: el joven constructor de barcos Edgar, a punto de fugarse con la mujer a la que ama, comprende que su futuro será muy diferente a lo que había imaginado cuando su hogar es arrasado por los vikingos; Ragna, la rebelde hija de un noble normando, acompaña a su marido a una nueva tierra al otro lado del mar solo para descubrir que las costumbres allí son peligrosamente distintas; y Aldred, un monje idealista, sueña con transformar su humilde abadía en un centro de saber admirado en toda Europa. Los tres se verán abocados a un enfrentamiento con el despiadado obispo Wynstan, decidido a aumentar su poder a cualquier precio.
Sería difícil encontrar un grupo humano más alejado de nuestra fisonomía y de nuestros patrones culturales que los habitantes de la selva africana mal conocidos como «pigmeos». Están lejos de nosotros y de todo el mundo. Son los exóticos de los exóticos. Homero les da ese nombre a unos seres en la Ilíada, y de sus versos nace uno de los malentendidos más ridículos y perdurables de la historia científica. El poeta se refería a unas criaturas tan fabulosas como nuestros duendes. Sin embargo, el mito siguió vivo, y, a partir del siglo XIX, contra todo pronóstico y empujados por la ciencia, la literatura y la fantasía, muchos exploradores han ido en su busca al corazón de África.
Regentada por el antiguo detective Nagare Kamogawa y su hija Koishi, y disimulada entre las populosas calles de Kioto, se halla la taberna Kamogawa, un pequeño local donde se puede comer maravillosamente bien... y reencontrar el plato que ha marcado nuestras vidas. Porque, gracias a los recuerdos a menudo borrosos de los clientes, padre e hija, investigadores gastronómicos, recomponen cada receta perdida con insólita eficacia: los ingredientes y su origen, los tiempos y maneras de preparación e incluso los personalísimos secretos culinarios de los cocineros originales. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de recrear sabores únicos salpicados de nostalgia. En esta ocasión, por las mesas de la taberna Kamogawa veremos desfilar, entre otros, a Sakyo Kataoka, un joven bailarín que busca la receta de un kake-soba de fideos y caldo aparentemente comunes que compartió tres años atrás con su padre en un restaurante elegante de Tokio; a Nobuo Matsubayashi, un reputado fabricante de vajillas que desea comer de nuevo, ahora en compañía de su nieto, el arroz con curry que le preparó una vez su hija; y a Yumiko Maezaki, una afamada profesora de piano que lo daría todo por volver a probar un yakisoba como el que tomó con el hombre que amaba hace quince años en Osaka.
Gladys, la tía de Lluís, se instala unos días en casa de los Itarte. Ha venido a España desde Nueva York, donde tiene una famosa agencia de detectives, para hacer un favor a su mejor amiga de la infancia, Marisol, a quien le han robado un cuadro muy valioso, dejándole una imitación. Pero Gladys tropieza con Alma y se rompe una pierna, así que las Ratitas se ofrecen a ser sus ayudantes y resolver con ella el misterio del cuadro robado. ¡Aprenderán de la mejor investigadora y serán ellas quienes descubrirán al ladrón!