Atlee Pine vive marcada por la terrible experiencia que vivió en su infancia: cuando tenía seis años, un desconocido secuestró a su hermana gemela, Mercy, y nadie volvió a verla nunca más. Tres décadas después, Atlee se ha convertido en una agente del FBI con extraordinarias capacidades, rebelde, valiente y autosuficiente.
Sin embargo, entre sus muchas cualidades no figuran la misericordia o la capacidad de perdonar. Su cometido es perseguir y atrapar a criminales en la zona del Gran Cañón, que conoce al detalle.
Cuando se produce una extraña muerte por apuñalamiento en un área frecuentada por turistas, Atlee es apartada del caso abruptamente y deberá decidir entre cumplir las órdenes o arriesgar su carrera para tratar de averiguar la verdad.
Entre visillos (Premio Nadal 1957) retrata el ambiente, el conservadurismo y la hipocresía que subyace en una ciudad de provincias española de mediados del siglo pasado. Las conversaciones aparentemente banales entre las jóvenes protagonistas de esta novela nos irán dando a conocer sus angustias, su miedo a quedarse solteras, la monotonía de sus vidas, sus paseos y primeros novios, los bailes en el casino y esa tristeza que se oculta tras el aburrimiento y la falta de imaginación. La llegada del nuevo y atractivo profesor de alemán provocará en las protagonistas el deseo de liberarse del conformismo y de esa atmósfera opresiva.
«Los partidarios de esa tontería de llamar a las cosas por su nombre parecen convencidos de que las cosas, en efecto, tienen nombre, como si nacieran con él, y de que quien las nombra sin tapujos está, triunfando sobre los tabúes, más cerca de la realidad.»