María Elena ha dedicado toda su vida a servir en casas de gente influyente y poderosa de El Salvador. Una mañana en que acude a uno de estos hogares, se encuentra con que no hay nadie para recibirla. Detrás de lo que parece ser un secuestro se oculta algo más grave de lo que María Elena ya no podrá escabullirse, y que afectará gravemente a su propia familia. A la vez que se enfrasca en una búsqueda desesperada, contraviniendo las advertencias de su hija Belka, María Elena echará mano de El Vikingo, un viejo exluchador profesional convertido en torturador que tiempo atrás fue su pretendiente. Todos ellos, duramente golpeados por las consecuencias de una interminable guerra civil, se debaten para dar con el paradero de los desaparecidos y alcanzar su propia redención en el epicentro de una nación a las puertas de enfrentarse a un último round.
Madrid, 1917. Pola, Lorea, Violet, Iris y Marga son un grupo de amigas que fundan un club de lectura en la librería La Pluma. Cada una de ellas tiene una historia personal diferente, pero todas intentan salirse del guion establecido. La desaparición del sobrino de una de ellas hará que las reuniones del club se conviertan en un pretexto para alcanzar la verdad. Lo que desconocen es que esta aventura detectivesca pondrá en peligro la libertad que tanto anhelan.
Una amenaza recorre nuestro tiempo: la amenaza de una crisis de salud mental. Según las encuestas, los casos aumentan cada día, especialmente entre niños y jóvenes, y la llamada «generación ansiosa» satura las consultas médicas con una queja común: estamos deprimidos. Las estadísticas no mienten, pero, ¿a qué se debe esta epidemia? ¿Cómo podemos explicarnos que toda una generación sufra de una manera distinta al resto?
Esta crisis, nos dice Marino Pérez, es producto de otras dos: la crisis de la psiquiatría y la crisis existencial de nuestros días. Por una parte, el idioma clínico se ha apropiado de todo sufrimiento, de forma que «sentirse mal» equivale, hoy, a estar enfermo. Por otra, las generaciones jóvenes, sobreprotegidas y adictas a las redes, sienten que el futuro es negro. Así, nos vemos inmersos en una «cultura del miedo» que nos vuelve vulnerables y que convierte cualquier obstáculo en una amenaza.
En este valiente libro, el autor acude a fuentes diversas ―desde Freud y Heidegger hasta Taylor Swift― para cuestionar la misma definición de qué es un trastorno mental, en un intento por recuperar la cordura en una época de desesperación
A las puertas de que se cumpla el primer cuarto del siglo XXI, vivimos una encrucijada en la que presente y futuro perfilan un inquietante horizonte. Asistimos al nacimiento de un nuevo [des]orden mundial que ha desencadenado una escalada en el uso de la fuerza. Una lógica bélica que se ha mostrado con toda su crudeza tanto en Ucrania como en Oriente Medio, así como en otros puntos calientes del globo. Al ruido de las intervenciones militares se suma la amenaza silenciosa de la guerra tecnológica, cuyos tentáculos debilitan a las democracias más sólidas y allanan el camino a los populismos.
La sombra del cardo es una pentalogía que incluye algunas de las novelas más exitosas de la literatura japonesa de las últimas decadas: Azami, el club de Mitsuko; Hôzuki, la librería de Mitsuko; Suisen, el gato de Gorô; Fuki-no-tô, la granja de Atsuko y Mama, el caracol de Taro.
La sonrisa de Audrey Hepburn de Sonia Betancort celebra una danza polarizada entre luz y oscuridad, amor y desamor, carencia y abundancia, dolor y alegría. De fondo, comparece en estas páginas la inspiración de una de las sonrisas y muestras de fortaleza más sobrecogedoras de la historia del cine, la de Audrey Hepburn.
Siglo XII, Reino de León. En plena ofensiva almorávide, con la cristiandad acorralada, Urraca, hija de Alfonso VI y legítima heredera al trono leonés, contrae matrimonio con Alfonso I de Aragón, cumpliendo la última voluntad de su padre recién fallecido. Esas «malditas bodas» desatan una lucha sin cuartel ente la soberana y su esposo, el Batallador, empeñado en usurparle la corona para ejercer un poder que por derecho le pertenece a ella.
Narrada a través de los ojos de Muniadona, su doncella más cercana, esta novela recrea la azarosa vida de la primera reina de España y Europa, una mujer maltratada e incluso violada, pero nunca vencida, que se vio obligada a enfrentarse a su marido, a su propio hijo y a todos los prejuicios de su tiempo para ejercer el papel que le había asignado la historia, a menudo vestida de hierro.
Después de haber pasado por sus respectivos infiernos, Sophie y Logan se conocen en un grupo de apoyo. La química entre ellos es inmediata: sienten que pueden contárselo todo e incluso compartir el peso de su dolor con el otro. Sophie le confiesa cómo su madre cayó en la adicción, abandonándola, y Logan comparte la historia de la muerte de su mejor amigo. Juntos irán desenredando los traumas que los atrapan, comprendiéndose mutuamente y volviendo a confiar en el mundo y en sí mismos. Una novela sobre dos almas que se encuentran, quizá, porque estaban destinadas a hacerlo.
Un bucólico cuento repleto de libros de hechizos robados, amistades inesperadas, azucaradas mermeladas y amores todavía más dulces.
A Kiela siempre le ha costado relacionarse con las personas. Por suerte, como bibliotecaria en la Gran Biblioteca de Alyssium, se ha pasado la última década recluida entre los libros de hechizos más preciados del imperio, preservando su magia para la élite de la ciudad.
Cuando estalla una revolución y la biblioteca se incendia, Kiela huye acompañada de su ayudante Caz, una planta mágica sintiente, y con todos los libros de hechizos que son capaces de cargar. Su destino es una isla remota que jamás pensó que volvería a ver: el hogar de su infancia. Tras refugiarse en la casa de sus recuerdos, descubre que su vecino es un chismoso (muy atractivo) que no capta las indirectas y que se empecina en visitarla día tras día para asegurarse de que tenga comida y ayudarla a arreglar su nuevo hogar.
Desesperada por generar ingresos, Kiela descubre algo que ni siquiera la panadería del pueblo puede ofrecer: mermelada. Con la ayuda de un antiguo recetario de sus padres y un poco de magia, el jardín de la casa no tarda en ser invadido por arbustos cargados de bayas maduras.
Pero la magia puede servir para algo más que endulzar la vida, así que Kiela decide correr el riesgo que le puede suponer el uso de hechizos y abre la primera tienda de hechizos clandestina.