Cuando los dioses callan y los reyes mueren, la historia la escriben los que sobreviven. Un thriller lleno de conspiración, pasión y peligro.
Aristóteles es el filósofo más prestigioso de Grecia y el maestro de Alejandro Magno, el conquistador invencible que ha sometido todas las ciudades griegas y la mayor parte del mundo conocido. La relación de Aristóteles con el poderoso rey hace que muchos atenienses deseen acabar con él, pero el aura de Alejandro lo protege.
Sin embargo, eso está a punto de cambiar.
En medio de una época que llega a su fin, el ateniense Prometeo y la espartana Penélope se ven arrastrados por los peligros que se ciernen sobre Aristóteles. Mientras luchan por sobrevivir, la sombra de un antiguo secreto alterará sus destinos en un mundo que comienza a desmoronarse.
Mientras un sofocante calor estival aletarga la ciudad japonesa de K, en la mansión de los Aosawa se celebra una gran fiesta de cumpleaños de varios de sus miembros, entre ellos el del cabeza de la familia, médico de reconocido prestigio y propietario de una importante clínica. La velada parece transcurrir con la normalidad de esas ocasiones, hasta que todo da un repentino vuelco cuando los asistentes empiezan a sentir mareos y convulsiones. En pocos minutos, diecisiete cuerpos, seis de ellos de niños, yacen en el suelo, presuntamente envenados con cianuro en las bebidas. La única superviviente es Hisako, la hija pequeña, y la única pista, un papel con un poema quizá dejado por el asesino.
Hisako, que perdió la vista tras un accidente, se halla entre los pocos testigos de la masacre, pero apenas recuerda nada: en su confuso interrogatorio sólo habla de una habitación azul, pequeña y en penumbra, y flores blancas. Unos meses más tarde, el joven que entregó el sake aparece muerto, con una nota en la que se declara culpable del crimen masivo. La investigación se cierra de forma abrupta, pero muchos están convencidos de que hubo otras personas implicadas.
Chris Wickham ofrece una reinterpretación extraordinariamente rica de la economía mediterránea entre los años 950 y 1180. Esta obra magna destinada a convertirse en una referencia ineludible para futuros historiadores, invita a los lectores a repensar por completo la lógica subyacente a los sistemas económicos medievales, así como la propia concepción que tenemos de la época en su conjunto. Basada en cinco estudios exhaustivos de casos regionales desde Italia hasta Egipto, su tesis marca un cambio de paradigma respecto a lo que conocíamos: fue a orillas del Mediterráneo donde en realidad la economía fundada en la época romana tuvo continuidad. La dinámica del sistema económico medieval combinaba redes internas (el recorrido a lomos del asno) y rutas de intercambio (el viaje en la nave). Y por último, tópicos como el oscurantismo se demuestran como obsoletos, al estar basados en datos incompletos. A través de la arqueología disponible en la actualidad, Wickham revela cómo funcionaban realmente las relaciones entre las economías de la época medieval e ilumina una nueva comprensión sobre ella.