Cada día es más común que nos sintamos abrumados por la obligación de ser felices, de perseguir nuestros sueños, nunca rendirnos y otras ideas semejantes que nos llegan desde las redes sociales y los libros de los gurús de moda que están «a caballo entre la felicidad maníaca y la psicopatía». A partir de su experiencia como psicólogo, Alejandro García Alamán nos brinda una herramienta de autoconocimiento, sin lenguaje técnico ni hechizos mágicos, al alcance de cualquiera, y que nos ayudará a comprender que muchas de nucleus. estras preocupaciones y malestares son más habituales y «normales» de lo que pensamos.
Dos de las novelas más importantes de Jane Austen reunidas en una magnífica edición estuche.
Orgullo y prejuicio
Con su amable ironía, sus diálogos chispeantes, su desenlace romántico y sus enérgicas heroínas, Orgullo y prejuicio es la novela más popular de Jane Austen. La historia de amor de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, que primero se rechazan, luego se desafían y al cabo se cautivan el uno al otro, es también una novela sobre la búsqueda de la felicidad y la afirmación de la identidad en un mundo de estrictas normas sociales, donde una mujer tiene que casarse bien para salir adelante.
Sentido y sensibilidad
En Sentido y sensibilidad, Jane Austen explora con sutileza e ironía las opciones de la mujer en una sociedad rígida, donde el éxito o el fracaso dependen de la elección del marido. La historia se centra en dos hermanas, Elinor y Marianne, cuyas personalidades antagónicas ejemplifican dos posibles respuestas femeninas ante la hipocresía dominante: el «sentido común» y la «sensibilidad». Sin embargo, tanto un camino como el otro entrañan sus peligros.
Comprender, comprender enteramente su propio corazón»: este podría ser el lema de las heroínas de Jane Austen, que lo aprenden en un intenso proceso condicionado por las circunstancias sociales y por los equívocos derivados de la noción de amor romántico. Casi todas ellas se equivocan, pero por primera vez en la historia de la literatura la equivocación -que da pie a tanto a situaciones cómicas como dramáticas- se ve como un derecho, hasta ahora reservado a los hombres, en el curso del aprendizaje de la vida. Con Jane Austen las jóvenes tienen, también por primera vez, el derecho a una segunda oportunidad.