Tom Sawyer, que nació a orillas del río Misisipi, tiene un fuerte sentido de la amistad y le gusta vivir en libertad. Por eso anda siempre descalzo, se las apaña para hacer novillos siempre que puede y se divierte con su mejor amigo, el huérfano vagabundo Huckleberry Finn.
En este volumen algo muy grave ocurre cuando, una noche, Tom y Huck son testigos de un crimen mientras buscan un tesoro. El viejo Muff es injustamente acusado y solo ellos saben que, en realidad, el culpable es otra persona.
La vivienda es todo menos un asunto privado. Como expresión de las condiciones objetivas y como conflicto social permanente goza de centralidad política. En el campo de tensión entre el mercado, el Estado y las prácticas cotidianas, las encrucijadas principales de nuestra sociedad se reflejan en el acceso a la vivienda. En 1872, Friedrich Engels publicó Sobre la cuestión de la vivienda desde una perspectiva de la economía política. El texto subraya la imposibilidad del derecho a la vivienda sin cambios revolucionarios. 150 años después, sorprende la vigencia de sus análisis, que permiten reconocer cuestiones aparentemente específicas del desarrollo urbano como principios estructurales del capitalismo.
Sin embargo, abordar la cuestión de la vivienda en el siglo XXI significa pensar más allá de Engels. Los planteamientos feministas sobre la reproducción de los roles de género, los retos ecológicos, o el alcance de la regulación e intervención estatal en el sector, han añadido nuevos elementos a la cuestión. Ahora bien, ¿dónde queda la revolución, la propuesta engelsiana definitiva, también en el ámbito de la vivienda?
En Lo que Engels no podía saber. La vivienda como bien de inversión Andrej Holm actuliza las hipótesis intermedias de Engles, y plantea distintas posibilidades para la resolución de los problemas de acceso a la vivienda. Lo llama reformismo radical, una vía de propuestas concretas que, conjuntamente, representarían una alternativa cargada de potencia revolucionaria. En algún lugar, entre Engels y Holm, hay unas cuantas respuestas.
¿A qué nos referimos cuando deseamos que nuestros hijos, alumnos y amigos sean personas de éxito? ¿A tener muchas riquezas, fama y likes, o a ser buenas personas que puedan construir relaciones sólidas y positivas, con una autoestima sana y cuya honestidad, bondad, esperanza, justicia... sean su carta de presentación? ¿Qué es más importante para alcanzar una vida buena? ¿Qué legado como padres o maestros deseamos dejar en nuestros hijos? La huella que dejemos en ellos será el punto de mira que marquen en el horizonte para aspirar a una vida con sentido.
¡Soy una buena persona! es un libro de valores ilustrado a todo color que ayuda a desarrollar una personalidad bella, buena y verdadera en nuestros menores.
RESPETO, GENEROSIDAD, AMOR, JUSTICIA, ESFUERZO, RESPONSABILIDAD, GRATITUD, PACIENCIA, COMPASIÓN, PERDÓN, BONDAD, y ESPERANZA.
In Los Angeles during the 1940s and 1950s, Disney artists popularized illustration for children both on the big screen and in the pages of the Golden Books, a series of affordably priced children's books. These stories distilled the visual language of Disney films and brought historic and contemporary tales to life through compelling and inventive works of art. The selection of material in this book by 7 different artists reflects the variety of stylistic approaches that defined animation and illustration at the Disney studio.The book begins with an introduction to the artistic milieu that characterized the Disney studio, and each of the 10 stories is illustrated with complete original art and text. Biographies of the artists featured are included in the appendix. This hardcover anthology of vintage illustration will captivate adults and children alike.
Bluey y Bingo se divierten jugando a sus juegos favoritos. Congelan a Papá con su xilófono mágico, convierten el patio en un zoo (¡cuidado con el gorila!), se disfrazan de Rita y Janet, las traviesas abuelitas… ¡y mucho más! ¿Qué aventuras vivirán? Levanta las solapas y descúbrelo.
Una crónica de diez mil años para descubrir las luchas de poder entre Gran Bretaña, Europa y el mundo.
Un relato geográfico sobre la lucha por dominio mundial, que está en constante cambio e impulsado tanto por la geografía como por la tecnología y la política
¿Cómo puede moldear la geografía el destino de un territorio? ¿Vivir físicamente aislado del resto del mundo es siempre una desventaja o puede convertirse en una ventaja? ¿Cómo nos ayuda nuestra adaptabilidad e inventiva a superar las limitaciones que la geografía impone? ¿Por qué la lucha por el poder no se entiende sin una perspectiva geográfica?
En Geografía y destino, el célebre antropólogo e historiador Ian Morris, autor de ¿Por qué manda Occidente… por ahora? y Guerra, ¿para qué sirve?, nos embarca en una crónica de diez mil años para mostrarnos la lucha por el poder entre Gran Bretaña, Europa y el mundo. Descubriremos cómo durante siete milenios y medio los británicos fueron una potencia secundaria en los márgenes de Europa, contemplaremos luego el ascenso de Europa y Gran Bretaña a partir de la Era de los Descubrimientos y seguiremos la historia para ver cómo, a partir de 1900, debido a la rápida globalización, otras potencias europeas, Estados Unidos y cada vez más potencias asiáticas como China acceden al liderazgo mundial.
Con una narrativa vibrante y un enfoque interdisciplinario, Geografía y destino revela los caminos que forjaron la historia de las potencias globales y nos invita a reflexionar sobre cómo el dominio mundial está en constante cambio, impulsado tanto por la geografía como por la tecnología y la política.