La encarnada rivalidad entre dos de los mayores imperios del mundo antiguo el persa y el romano marcó el auge y el derrumbe de ambas potencias.
El Imperio romano dio forma al mundo occidental en una extensión que iba desde el norte de Britania hasta el Sáhara y desde la costa atlántica hasta el Éufrates. Sus legiones y sus leyes llevaron la paz y la prosperidad hasta los confines del mundo. Unos límites representados por una poderosa civilización que les hizo frente desde Oriente, donde los Imperios parto y persa dominaban las grandes rutas comerciales.
Por allí había pasado Alejandro Magno, creador de un sueño de gloria y conquista que seduciría por igual a griegos y romanos. Y allí cayeron los César, Marco Antonio y una larga sucesión de emperadores intentando emular la aventura del gran conquistador. Fue en Persia donde el Imperio romano ralentizó su expansión hasta llegar a detenerse.
El águila y el león se sumerge a través de la poderosa prosa de Adrian Goldsworthy, uno de los historiadores más prestigiosos del periodo, en el choque de estas entidades todopoderosas que cruzaron sus destinos en un rompecabezas que nadie supo resolver. Enemigos íntimos que se hicieron más fuertes y también más débiles al calor de una refriega que duró siete siglos.
*Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024*
A través de los recuerdos de sus abuelos (el conde Paul Ignatieff y la princesa Natasha Mestchersky), las fotografías con grano de sus distinguidos antepasados, las reliquias, los diarios y los relatos familiares transmitidos de generación en generación, Michael Ignatieff emprende un conmovedor viaje para reconciliarse con su herencia, ligada a la violenta y tumultuosa historia de Rusia.
Con gran cuidado y complejidad, reconstruye un modo de vida desaparecido. Desde la opulenta corte de Catalina la Grande, traza el ascenso de su familia hasta alcanzar una gran influencia en el régimen imperial del zar Nicolás II antes de que el país se viese arrastrado por la revolución, la guerra civil y el exilio. El álbum ruso es una exploración sobre cómo nuestro pasado nos moldea, pero también sobre cómo debemos escribir nuestras propias historias en el presente.
Olivia lleva veinte años sin querer regresar al pueblo; lo que pasó allí es demasiado doloroso de recordar. Pero el problema de darle la espalda al pasado es que no vemos cuándo vuelve a nosotros con fuerza.
En el momento en que su jefa la obliga a escribir un reportaje sobre el lugar adonde juró no volver, a Olivia no le queda otra: debe enfrentarse a sus fantasmas, que parecen pesar más de lo que pensaba.
La aparición de unos botones en su mesilla, fruto de una antigua leyenda local, la llevará a recorrer la comarca de la mano de alguien en quien llevaba tiempo sin pensar, pero que tal vez ocupaba un espacio en su corazón que no recordaba ni ella. Pero ¿cómo dejar entrar al pasado después de haberlo bloqueado durante tantísimo tiempo?
Linda Seger explica con claridad cómo adaptar al cine una novela, una obra de teatro o una historia real, y da solución a los problemas más comunes.
Las adaptaciones cinematográficas son, desde hace mucho tiempo, el principal soporte de la industria de Hollywood y de las cadenas de televisión norteamericanas. Además, la mayoría de las cintas que han ganado el Oscar a la mejor película han sido adaptaciones de novelas, obras de teatro o historias reales. Linda Seger, autora de varios libros ya clásicos sobre escritura de guiones, ofrece ahora un manual valioso y completo para guionistas, productores y realizadores que quieran adaptar obras y acontecimientos a la pantalla.
Junto a cómo analizar este material y evaluar su potencial como película, Seger proporciona un método práctico para trasladar al cine la historia, los personajes, los temas y el estilo. La última parte aborda también las cuestiones legales de toda adaptación, las posibilidades de opción sobre una obra y la protección de los derechos como guionista o productor.
La vida no es justa, y eso Logan lo sabe muy bien. Después de una dolorosa pérdida, su corazón se ha vuelto hermético, frío e inquebrantable. Por eso no le importa que todos crean que es el malo de la historia.
Leah nunca se ha sentido la protagonista de la suya. Vive con la cabeza enterrada en los libros, intentando pasar desapercibida, y se refugia en la gran comunidad de lectores que tiene en internet.
Leah no es el tipo de chica que Logan está buscando.
Y Logan es la clase de chico que Leah trata de evitar.
Quizá por eso lo que hay entre ellos funciona tan bien.