Un corpus excepcional tanto para entender el pensamiento romano como para examinar las técnicas retóricas de Cicerón, admirar la depuración de su lenguaje y adentrarse en lo que supuso el derecho romano tanto para su época como para períodos posteriores. Este tomo engloba textos n los que el trasfondo político adquiere un peso específico fundamental.
Un retrato feroz de la adolescencia en el Harlem de los años treinta, una honda reflexión sobre el racismo y el papel de doble filo de la religión.
Un sábado de marzo de 1935, John Grimes, hijo de un autoritario predicador pentecostal de Harlem, cumple catorce años. Esa noche, en la iglesia, entre los cantos y el fervor de los fieles, John se encuentra ante una encrucijada: anhela un destino diferente al que su familia y su comunidad le tienen reservado, el de seguir los pasos de su padre. Pero cuando uno forma parte de un grupo social discriminado, la libertad de elegir puede no estar en tus manos. O puede condenarte a una segregación aún más profunda frente a aquellos a quienes amas. Esa misma noche, John es sacudido por la epifanía que lo enfrentará a la rebeldía y la sumisión, a la lujuria y la inocencia, al odio y la compasión. Un éxtasis que acabará por revelar la ambivalencia en la que su verdadero yo habita. «Si alguna vez hubo un libro que yo tenía que escribir, fue este», dijo James Baldwin de Ve y dilo en la montaña, la novela que en 1953 reveló por primera vez al mundo el genio y la furia del autor afroamericano. Pocos años más tarde, ya era considerada un clásico de la literatura estadounidense. Con su simbolismo oscuro y profético, esta singular novela de iniciación se inspira en la adolescencia del propio autor para componer un relato febril en el que la lucha por la individualidad queda entretejida con la historia de un pueblo marcado por el racismo y el poder represivo de la religión.
La calle de los Cinco Aromas (Una actuación rompedora en su título original) es una de las obras más importantes de Can Xue. La novela nos cuenta la historia de un adulterio infundado y nos describe a la Señora X, una dama atractiva, misteriosa e inconformista que causa una agitación exacerbada entre los habitantes de la calle, quienes hablan de ella y la observan hasta la obsesión.
Can Xue nos habla en esta parodia, en un tono irónico, sobre la sexualidad, la verdad y la mentira, de manera tan lúcida y completa que los lectores ignorarán el simbolismo general y se volverán adictos al flujo interminable de las palabras. La novela se acaba convirtiendo así en un carnaval de voces y actos transgresores. Aquí se desvela no sólo la mentalidad del pueblo chino de arriba abajo, como han destacado los críticos, sino, lo que es más importante, se hace burla de toda pretensión por crear una psicología fiable y encontrar una verdad absoluta sobre los asuntos humanos y divinos. Una vez más, Can Xue nos conduce a una exploración de la parte más oscura y misteriosa del alma humana. Para este propósito, no ha escatimado en ningún tipo de persona, ningún concepto, ninguna teoría; ni siquiera la crítica de arte es una excepción. Su estilo narrativo único da a esta historia ordinaria una connotación estética extremadamente singular.
Como escribe la narradora omnisciente: «El mal está entre nosotros con la forma de una persona de belleza aterradora. Si tan sólo pudiera consolaros, ahora que sabéis por qué vuestros ojos están siempre llenos de lágrimas».
Varios personajes tienen sus propias opiniones y alcanzan una posición que es más importante que la historia misma. La descripción de los acontecimientos pasa a ser algo secundario: lo que vamos a encontrar son discusiones y razonamientos brillantes, divagaciones filosóficas, discursos ideológicos y especulaciones descaradas, así como numerosas inducciones y deducciones con pretensiones científicas aparentemente serias y meticulosas.
Las Leyes es, con mucho, el diálogo platónico más extenso que conocemos. Y no solo eso, sino que además es el que supone los más exhaustivos estudios: historia, teoría política, educación, códigos penales, sistemas constitucionales, teología, física, medicina, etc. Es el intento más antiguo que ha llegado hasta nosotros de organizar el sistema jurídico de acuerdo con principios racionales. En el primer volumen de los dos que reúnen las Leyes, se recogen los libros I-VI, en los que se establecen los principios fundamentales que deben regir la sociedad para luego crear la legislación acorde con ellos.