¿Por qué hay un universo en lugar de nada? ¿Cuáles son las razones de la complejidad del mundo? ¿Cuál es el propósito de nuestra vida y cuáles son los secretos de nuestro futuro?
Esta obra trata de responder ―de forma breve, accesible, atractiva― a estos y otros interrogantes desde las perspectivas de algunos de los pensadores más influyentes y relevantes de nuestro tiempo. De este modo, arroja nueva luz sobre la naturaleza, el propósito y el destino final de nuestro universo.
Los misterios de la existencia impactan sobre todos y cada uno de los aspectos de nuestro ser. Tanto si consideramos que Dios es una hipótesis convincente como si no, la decisión que tomemos al respecto podría ser la más importante que hayamos tomado en la vida.
Vivimos en la época del desánimo: lo cotidiano parece perder brillo y las promesas del progreso, la tecnología o la democracia no nos entusiasman como antes. Sin embargo, continuamos buscando el encanto de la vida.
El encanto compone una melodía en la que cada elemento encuentra su sitio, otorgándole a la vida otro tono, otro aire… descubrirlo en lo que hacemos es tan esencial como el acto de respirar. Se trata de una necesidad vital. Este libro examina las distintas formas de ese encanto perdido: nuestras relaciones digitales, las esperanzas puestas en la ciencia, el deseo de una sociedad más justa. Sin evitar las contradicciones, plantea una pregunta urgente: ¿es aún posible reencontrar el encanto del mundo?
Perspectivas del Absoluto, situado en el ámbito de la fenomenología de las religiones y de la experiencia místico-religiosa, explora el territorio transconfesional con la intención de favorecer el diálogo sobre lo sagrado.
Los seres humanos percibimos las distintas manifestaciones de lo sagrado a través del entorno que nos configura, y las interpretamos a partir de la religión o cosmovisión que profesamos. En efecto, lo sagrado está presente en todas las tradiciones como horizonte último y primero, el cual se muestra a través de las formas físicas, mentales y espirituales que nos moldean en un proceso continuo de asunción y a la vez de trascendimiento.
Educar para pensar revisa algunas de las más valiosas construcciones teórico-educativas que se han dado a lo largo de la historia moderna y contemporánea. Unas son más proclives al modelo educativo liberal: Kant, Constant, Mill, Dewey, Russell, Berlin, Garzón Valdés, Gutmann. Otras son más cercanas a planteamientos propios del prerromanticismo o del mismo romanticismo, moderadamente conservadores, críticos, republicanos, humanistas o pluriculturalistas: Rousseau, Schiller, Tocqueville, Durkheim, Ortega, Arendt, Villoro, Nussbaum.
La democracia griega se ha transformado en un monumento, un arquetipo inmóvil, un modelo evanescente que puede ser colonizado por las «verdaderas» democracias, las modernas. Este libro nace de la necesidad de excavar en las profundidades de la historia monumental para dejar emerger un elemento reprimido durante siglos: la anarquía. Capas de esmerada historiografía y de tradición polvorienta la relegaron al olvido del archivo. Sin embargo, escrutada en su raíz, la democracia revela su vínculo indisoluble con la anarquía. Todos los adjetivos utilizados para evocar el conflicto ―democracia salvaje, indomable, insurgente, original― se ven desplazados por ese único adjetivo que, en lugar de definirla, remite a la indeterminación de fondo. La democracia es, en esencia, anárquica. En estrecho diálogo con Hannah Arendt, Claude Lefort, Cornelius Castoriadis, Reiner Schürmann o Miguel Abensour –pensadores de la democracia tras la deriva totalitaria–, Donatella Di Cesare saca a la luz una represión secular y abre una perspectiva de investigación sin precedentes sobre el nuevo anarquismo.
El descubrimiento de América en 1492 fue un hecho extraordinario que significó el inicio de una nueva etapa histórica: la Edad Moderna. Un nuevo continente se abrió primero a los descubridores, a los que siguieron los denominados «conquistadores». Pequeños grupos de hombres iniciaron una serie de exploraciones y conquistas de carácter épico y recorrieron el continente de norte a sur, proyectando el poder hispano desde California hasta la Patagonia.