El sótano se ha quedado muy vacío tras tu marcha».
Tengo quince años y he vivido toda mi vida en este antiguo faro. Mi hermano y yo vinimos a vivir aquí, con el abuelo, cuando yo todavía era un bebé.
Es un sitio increíble, al borde del acantilado. Me gusta refugiarme del sol en la sombra de la fachada. Me gusta el olor del campo al atardecer. A la zona del túnel prefiero no acercarme. No quiero que el hombre grillo me lleve a vivir bajo tierra. Ya lo he oído dar golpes en la trampilla del terreno alguna noche.
A mi hermano no le gusta que haga preguntas sobre nuestro pasado, sobre quiénes fueron mi madre y mi padre. Como dice él, no todo el mundo tiene una familia como las demás.
Hasta ahora he sido muy feliz aquí.
Pero el otro día, en casa, apareció una caja.
Y, desde que mi hermano vio lo que contenía, nada ha vuelto a ser lo mismo.
A Paedyn y a Kai vuelve a separarles una realidad que se impone a sus deseos, y deberán enfrentarse a una terrible decisión en esta emocionante conclusión de la exitosa trilogía romántica, perfecta para fans de Sarah J. Maas.
Al regresar a casa una noche, los Navidson, Will, Karen y sus dos hijos, que acaban de mudarse a Virginia, observan que ha aparecido una nueva habitación, como si siempre hubiera estado allí. ¿Un simple descuido? ¿Un elaborado engaño? Will descubre que la casa presenta una anomalía singular: su interior parece ligeramente más grande de lo que debería ser según sus dimensiones exteriores. Comienza así El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, la casa de hojas.