Los primeros pasos de Julio Cortázar en el ámbito de la novela no fueron sencillos. Por voluntad propia, su debut novelesco, Divertimento (1949), nunca fue publicado en vida, y el manuscrito de El examen (1950), del que inicialmente formaba parte Diario de Andrés Fava, fue rechazado por el sector editorial. No sería hasta 1960, con Los premios, que una novela de Cortázar vería la luz y anticiparía los temas y el estilo inherente al autor argentino, culminados en Rayuela. Así, mucho encontramos del celebérrimo Club de la Serpiente en el grupo de amigos Vive como Puedas. Y en las largas digresiones sobre arte, literatura y política bajo la lluvia de la triste Buenos Aires. Y en el viaje, en crucero o a pie, eterno motivo cortazariano de la ilusión de un corte con una vida que quiere dejarse atrás.
A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquellas, la consecución de la dignidad vital solo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos.
Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado... Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.
La Guerra del fin del mundo, primera novela que Mario Vargas Llosa situó fuera del Perú, es un relato exhaustivamente documentado, tanto a través de lecturas como de viajes sobre el terreno en el que tuvo lugar este acontecimiento histórico. Un libro fundamental en la historia literaria del siglo XX.
«No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido», escribía Orwell después de publicar su novela. Corría el año 1948, y la realidad se ha ...
Esta extraordinaria obra de divulgación que se ha convertido ya en una obra de culto aporta una coherente visión de conjunto sobre aquellos aspectos imprescindibles para comprender la historia de la filosofía occidental. El mundo de Sofía tiene el mérito de haber conjugado, acertadamente, rigor y amenidad en una narración donde una joven irá conociendo su propia identidad mientras descubre la capacidad humana de hacer preguntas.
Florentino Ariza? no había dejado de pensar en ella un solo instante después de que Fermina Daza lo rechazó sin apelación después de unos amores largos y contrariados, y habían transcurrido desde entonces cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días. Ambientada entre 1880 y los años treinta en una ciudad portuaria innombrada pero que se ha identificado con la legendaria Cartagena colombiana, donde Gabriel García Márquez escribiera sus primeros textos, la apasionada historia que aquí se cuenta está entre las más recordadas de la literatura contemporánea. En una sociedad enfrentada entre el convencionalismo y la vanguardia, la costumbre y el progreso científico, el romance de Florentino Ariza y Fermina Daza está destinado a permanecer en la memoria de sus lectores en un tiempo idílico.
«Una intriga singular, suntuosa, de largo aliento.» John Updike, The New Yorker
El Sultán ha pedido a los artistas más reputados del país un gran libro que celebre las glorias de su reino. Su tarea será iluminar esa obra al estilo europeo. Pero como el arte figurativo puede ser considerado una ofensa al Islam, el encargo se convierte a todas luces en una proposición peligrosa. La élite gobernante no debe conocer el alcance ni la naturaleza de ese proyecto, y el pánico estalla cuando uno de los miniaturistas desaparece. La única pista para resolver el misterio —¿quizá un crimen?— reside en las miniaturas inacabadas. Me llamo Rojo es un viaje caleidoscópico al terreno fronterizo entre el arte, la religión, el amor, el sexo y el poder. ORHAN PAMUK (Estambul,1952) es uno de los autores turcos más conocidos en el mundo, y una voz valiente sobre la encrucijada histórica en la que se encuentra su país. Cada libro suyo ha ido cosechando pacientemente traducciones y lectores, hasta que en 2006 mereció el premio Nobel de Literatura. Hoy está considerado un maestro de la literatura contemporánea.
Traducción de Rafael Carpintero
¿Quién es este Dios, primero hebraico y ahora cristiano, que quiere la sangre, la muerte, para que sea restablecido el equilibrio de un mundo en el que sólo imperan sus leyes? ¿Cómo puede la nueva ley ser ley de Amor si aún pesa sobre el ser humano la condenación eterna? ¿Cómo puede éste creerse una criatura divina digna de la inmortalidad si debe someterse a una ley de terror que preexiste y es exterior a él?
Esta novela, que tanto sorprendió al mundo católico, presenta una visión distinta, mucho más terrenal, de los hechos relativos a Jesús: las circunstancias de su nacimiento, los primeros interrogatorios a su madre, José atormentado por la culpa por haber preferido salvar a su hijo antes que alertar sobre las intenciones de Herodes, los encuentros con los ángeles y demonios, el descubrimiento del amor junto a María Magdalena, los diálogos existenciales y la angustia por saber cuál es el verdadero sentido y función de su existencia ante los ojos de Dios...
El Evangelio según Jesucristo responde al deseo de un hombre y de un escritor de llegar hasta el origen de la civilización propia para encontrar ahí las preguntas esenciales. Sin negar lo divino ni la religiosidad latente en el corazón de cada ser humano.
En su isla natal sobre un océano verde esmeralda, la única vida que Trenza conoce es sencilla, marcada por el placer de coleccionar las tazas que traen los marineros de tierras lejanas y escuchar las historias que le cuenta su amigo Charlie. Pero cuando el padre de Charlie se lo lleva en barco para buscarle esposa y sucede una catástrofe, Trenza deberá colarse como polizona en un barco y partir en busca de la hechicera que habita en el mortífero mar de Medianoche. Sobre unos océanos de esporas repletos de piratas, ¿podrá Trenza abandonar su tranquila vida y crearse un lugar en un océano donde una sola gota puede significar la muerte instantánea?
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».
Con estas palabras empieza la novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el Premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» -como gusta decir al escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.
Cuando Carrie se retira del tenis, es la mejor jugadora que el mundo ha visto jamás. Ha batido todos los récords y ha conseguido veinte títulos de Grand Slam. Y si le preguntas, se merece cada uno de ellos. Lo ha sacrificado casi todo para convertirse en la mejor, con su padre como entrenador.
Pero seis años después de retirarse, Carrie se encuentra en las gradas del US Open de 1994, viendo cómo una tenista británica brutal e impresionante llamada Nicki Chan le arrebata el récord.
Con treinta y siete años, Carrie toma la decisión de salir de su retiro para entrenar con su padre un último año, con la intención de recuperar su récord. Aunque la prensa deportiva le ponga nombres desagradables. Aunque ya no tenga la misma agilidad que antes. Y aunque eso signifique tragarse el orgullo para entrenar con un hombre al que una vez casi le abrió su corazón: Bowe Huntley. Al igual que ella, él tiene algo que demostrar antes de abandonar el deporte para siempre.
A pesar de todo, Carrie Soto ha regresado para una última y épica temporada.