La segunda gran guerra llega a su fin y el mundo emprende una tortuosa reconstrucción. Concluidas sus funciones como colaboradora de los servicios secretos británicos, Sira afronta el futuro con ansias de serenidad. No lo logrará, sin embargo. El destino le tendrá preparada una trágica desventura que la obligará a reinventarse, tomar sola las riendas de su vida y luchar con garra para encauzar el porvenir.
Entre hechos históricos que marcarán una época, Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger serán los escenarios por los que transite. En ellos afrontará desgarros y reencuentros, cometidos arriesgados y la experiencia de la maternidad.
Sira Bonnard ―antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga― ya no es la inocente costurera que nos deslumbró entre patrones y mensajes clandestinos, pero su atractivo permanece intacto.
Vuelve Sira, carismática e inolvidable.
Vuelve la protagonista de El tiempo entre costuras.
Profesor universitario en una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra, el británico Howard Belsey está pasando, a sus cincuenta y siete años, por uno de sus momentos más bajos: su futuro académico parece definitivamente estancado y, en su casa, las cosas van de mal en peor. Tras treinta años de convivencia con Kiki, una hermosa activista afroamericana que ahora pesa ciento veinte kilos, un desliz amoroso amenaza con hundir su matrimonio. En cuanto a sus tres hijos, se encuentran absortos en sus propias vidas: el enamoradizo y sesudo Jerome se ha convertido al cristianismo; la ingenua y ambiciosa Zora sigue los dictados de su precoz inteligencia, y el quinceañero Levi es un abanderado de la negritud.
Y como si el panorama no fuera lo bastante complejo, el odiado Monty Kipps, especialista en Rembrandt como él y su adversario más acérrimo, ha sido invitado a formar parte del cuerpo académico de la universidad.
Sombras en la hierba prolonga y completa los recuerdos que Isak Dinesen recogió de su increíble vida en Kenia, cuya parte principal quedó plasmada en uno de los libros de memorias más bellos jamás escritos: Memorias de África. Son muchos los personajes y muchas las anécdotas que recorren como corrientes subterráneas las páginas de Sombras en la hierba: el comercio en Nairobi, la caza de leones homicidas, el mundo de los sueños, las danzas rituales en la granja y una multitud de pequeños acontecimientos extraordinarios vividos entre gentes más extraordinarias aún. Pero, a pesar de todo, no se puede hablar de autobiografía: de una u otra forma, la autora permanece al margen de la narración y cede el papel protagonista a quien nunca ha dejado de tenerlo: la vida, siempre diversa, indomable, cruel y tierna.
En este volumen Elizabeth Barret Browning recogió una serie de sonetos dedicados al noviazgo que mantuvo con el señor Browning. La poeta consagró sus versos al amor y nos ofreció unas palabras cuya autenticidad aun resuena en el lector contemporáneo. Este poemario es una de las cotas más altas de la poesía inglesa moderna y condensa las contradicciones que desbordaron a la autora tras el impacto amoroso. En palabras de Carlos Pujol, «La belleza de sus versos habla por sí misma, transmite una verdad que está por encima del tiempo y que nos llega como un escalofrío inquietante en el que nos reconocemos tal como somos».
En una plaza pública de Arabia Saudí, un hombre es ajusticiado bajo un sol abrasador y un chico de catorce años observa impotente entre la muchedumbre: es su hijo.
En un lúgubre hotel de Manhattan, aparece el cuerpo sin vida de una mujer joven y todos los indicios para identificarla han sido eliminados minuciosamente.
En un vertedero de Damasco, un destacado experto sirio en biotecnología es encontrado con evidentes signos de tortura.
En una remota región de Afganistán, el hallazgo de una sustancia bacteriológica letal en los restos de unos cooperantes internacionales desata la alarma.
Una línea invisible conecta todos estos hechos, dibujando un plan perfecto para cometer un monstruoso crimen contra la humanidad, y la única persona capaz de impedirlo es un ex agente que huye de su pasado y ha borrado su identidad: ahora sólo responde al nombre de Pilgrim, el peregrino.
Imbuida de un claro componente autobiográfico, Suite francesa se inicia en París los días previos a la invasión alemana, en un clima de incertidumbre e incredulidad. Enseguida, tras las primeras bombas, miles de familias se lanzan a las carreteras en coche, en bicicleta o a pie. Némirovsky dibuja con precisión las escenas, unas conmovedoras y otras grotescas, que se suceden en el camino: ricos burgueses angustiados, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina. A medida que los alemanes van tomando posesión del país, se vislumbra un desmoronamiento del orden social imperante y el nacimiento de una nueva época.
La presencia de los invasores despertará odios, pero también historias de amor clandestinas y públicas muestras de colaboracionismo. Concebidacomo una composición en cinco partes -de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos- Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo. El tono realista y distante de Némirovsky le permite componer una radiografía fiel del país que la ha abandonado a su suerte y la ha arrojado en manos de sus verdugos. Estamos pues ante un testimonio profundo y conmovedor de la condición humana, escrito sin la facilidad de la distancia ni la perspectiva del tiempo, por alguien que no llegó a conocer siquiera el final del cataclismo que le tocó vivir.
Una fascinante narración sobre el poder de las palabras, por la autora de Como agua para chocolate.
A través de la mirada de su hija Lluvia, conocemos la vida de Júbilo, quien se encuentra en su lecho de muerte y sin pronunciar una sola palabra. Antes, durante su infancia, que transcurre en los primeros años después de la revolución, se convierte en intérprete entre su madre y su abuela, una española y otra maya, que mantienen una distancia que parece insalvable, tanto en lo cultural como en lo personal. Desde entonces, descubre el inmenso poder de comunicarse y, guiado por esta inclinación de traducir y descifrar los sentimientos de los otros, llega a ser telegrafista.
Recorremos la vida del protagonista, a través de su amor con Lucha, sus alegrías y los episodios que muestran su carácter bondadoso, así como sus experiencias adversas, sus sueños rotos y una conflictiva relación con don Pedro, todo lo cual le mostrará que el peso de los sentimientos y el deseo son las fuerzas determinantes de la vida.
Montse, Julia y Juana son tres amigas españolas que residen en Londres. Para olvidarse de su estresante día a día (y para ayudar a que Montse supere la ruptura con un novio traicionero), escapan de viaje de chicas a Edimburgo.
Las mágicas tierras escocesas las sorprenderán más de lo que esperaban y cambiarán el rumbo que tenían planificado por uno mucho más tentador. Y, aunque allí donde van a ir a parar no tendrán ni crema de manos ni cobertura del móvil, a cambio encontrarán un castillo, highlanders apasionados e, incluso, un eterno amor que nunca se apaga.
Esta novela, farsa negra o tragedia rosa, proyecta la condición humana, vulnerada e inerme, sobre un degradado local nocturno madrileño donde desfilan cupletistas venidas a menos, policías, tipos grises e incluso algunas almas cándidas como la solterona Antonia y su hermano.
Hijas de matrimonios mixtos, Tracey y la narradora se conocen desde la infancia, son amigas íntimas y comparten el sueño de llegar a ser algún día bailarinas. Sin embargo, su entorno familiar tiende a separarlas: el padre de Tracey está en prisión y su madre la colma de regalos y caprichos, mientras que en casa de la narradora se valoran el esfuerzo y la superación personales, urgida por una madre estricta y solícita. Así pues, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos, las sutiles diferencias de clase y raza van minando todos los vínculos de confianza y lealtad forjados en la niñez.