Me llamo Valentina, soy modelo y crecí en La Rioja, rodeada de viñedos, en la finca de mi familia. Siempre imaginé mi futuro allí, con Víctor, trabajando juntos en la bodega, pero una cosa es lo que imaginamos y otra, lo que luego sucede en realidad.
Puede que estés preguntándote quién es Víctor, y para esa cuestión tengo demasiadas respuestas, así que mejor te digo que él lo fue TODO para mí, hasta que nuestros sentimientos nos explotaron en la cara y decidí marcharme tan lejos como pude. Hoy, tres años después, esa noche sigue rompiéndome por dentro.
Dicen que Nueva York es la ciudad de los rascacielos y de las grandes avenidas, además del escenario de infinidad de películas. Personalmente añadiría que también es la ciudad de los sueños, esos que todos esperamos cumplir algún día, incluso yo misma, aunque a veces lo olvide cuando otro sueño, mucho más poderoso y que lleva su nombre, llega para ensombrecer este.
Si me quedaré hasta convertirme en la top model que deseo ser es una incógnita para mí; lo que sí tengo claro es que ahora estoy aquí y que voy a dejar mis dientes marcados en esta gran manzana, o al menos a intentarlo. Y mientras lo hago, su mirada, su sonrisa y su recuerdo caminarán a mi lado por las calles de esta metrópoli y del mundo, para recordarme lo que pudimos tener y no tenemos y también quiénes fuimos y quiénes no vamos a ser.
En la arena luchaban por su vida. En Roma luchaban por defender aquello en lo que creían. Juntas demostraron que todo es posible.
Año 124 d. C. Helena y Valeria son dos jóvenes romanas procedentes de mundos muy distintos: una esclava, la otra noble.
Sin embargo, ambas tienen que tomar decisiones que ponen a prueba su valentía. Cuando el emperador Adriano se enamora del esclavo Antinoo, el gran amor de Helena, la joven se ve obligada a convertirse en la mejor gladiadora de todos los tiempos, algo nunca visto para los romanos, y así tratar de acercarse a Antinoo. Por su parte, Valeria, hija de un abogado de renombre, sueña con vencer al destino que le espera como esposa y madre en una época gobernada por la voluntad de los hombres.
Año 131 d. C. El pueblo de Roma celebra el combate de gladiadoras más increíble que jamás se haya visto. Movidas por el anhelo de libertad y la venganza, dos mujeres se enfrentan en un duelo definitivo. El duelo de la eternidad.
¿Será Aura capaz de conciliar sus sueños, sus deseos y las complejidades del corazón?
Aura acaba de volar del nido familiar para iniciar su etapa universitaria en Madrid. Ha dejado atrás a su madre, la gurú del orden, al bruto de su hermano, y a su padre, que es un santo. Pero su soñada independencia no es tan fácil como imaginaba: clases sesudas, nuevas compis de piso, grandes aspiraciones, esperanzas, dudas…
Para complicarlo todo más, aparecen dos chicos. Víctor, un cantautor solitario, atractivo y repleto de tatuajes, que con su guitarra es capaz de alcanzar lo más profundo de su alma; e Ismael, un actor popular, sexy, de sonrisa arrebatadora, que promete ser el "para siempre" de los cuentos de hadas.
A veces, encontrar lo que dicta el corazón no es tarea fácil...
Ha pasado un año desde que Aura llegó a Madrid preparada para volar alto. Un nuevo septiembre promete una etapa cargadita de desafíos como el de abandonar la carrera de ADE para empezar Periodismo, el grado que siempre había soñado.
¿Será Aura capaz de prosperar en el complicado mundo de los "becarios-precarios"? Sin duda contará con la ayuda de Sara, Vilma, Ana y Patricia para que su viaje por las alturas no acabe por los suelos. Ah, y no nos olvidemos de que su hermano Christian ha aparecido en escena para ponerlo todo patas arriba.
Por supuesto, también está Víctor, el cantautor que conquistó los latidos de su corazón y con el que planea reencontrarse en Londres para confesarle toda la verdad. A la par, reaparece Ismael, el actor buenorro, que regresa dispuesto a recuperar el tiempo perdido.
Y es que encontrar lo que dicta el corazón no es tarea fácil...
El cadáver de Concepción Rivera, una mujer de mediana edad, aparece escondido detrás de una hermosa palma real en el Jardín Botánico de Madrid, junto a un ramillete de acónito y un botellín de whisky. Secretaria del Club de Amigos de los Jardines, formado por un grupo de pintorescos personajes entusiastas de la jardinería, había acudido al Jardín a escasos minutos de su cierre. ¿Quién la acompañaba y cómo pudo salir sin ser visto? Nada hace sospechar que alguien de su entorno pueda estar implicado, a pesar de que todos los miembros del club poseían la flor venenosa del acónito como ornamento. La perspicaz juez Mariana de Marco inicia la instrucción del caso mientras su compañero sentimental, el periodista Javier Goitia, en paro por la fuerte crisis que azota al sector, decide narrar la investigación en forma de crónica periodística. Este hecho los enfrentará en una extraña rivalidad amorosa que se enconará peligrosamente.
La nueva novela de la mítica serie protagonizada por la juez Mariana de Marco llega a su última entrega de la mano de uno de los grandes narradores de nuestro país.
Barcelona, 1382. Francesca es una chica cristiana de quince años que ayuda a su abuela a hacer de comadrona. Ésta le enseña los secretos del oficio y la introduce en los saberes de las plantas medicinales, pero la joven no se conforma con esto, y a pesar de su humilde condición tiene la determinación de convertirse en médica y cirujana. Solo hay un problema: esta profesión está reservada a los hombres.
Gracias al oficio de comadrona, a menudo visita la judería. Allí conoce a Astruc, un chico judío descendiente de un linaje de médicos que quiere estudiar medicina. Comparten conocimientos: Francesca le enseña lo que sabe sobre plantas y él le permite acceder a sus libros. Pero la medicina no es la única pasión de la joven: está enamorada de Martí, y este amor supone la iniciación en la vida adulta, una vida llena de obstáculos, amor, traiciones y pasión.
La novela que dio inicio al fenómeno imparable de la Trilogía de la Ciudad Blanca.
«Una ciudad aterrorizada por el regreso de unos asesinatos rituales. Un experto en perfiles criminales que esconde una tragedia. Un thriller hipnótico cuyas claves descansan en unos misteriosos restos arqueológicos»
Tasio Ortiz de Zárate, el brillante arqueólogo condenado por los extraños asesinatos que aterrorizaron la tranquila ciudad de Vitoria hace dos décadas, está a punto de salir de prisión en su primer permiso cuando los crímenes se reanudan de nuevo: en la emblemática Catedral Vieja de Vitoria, una pareja de veinte años aparece desnuda y muerta por picaduras de abeja en la garganta. Poco después, otra pareja de veinticinco años es asesinada en la Casa del Cordón, un conocido edificio medieval.
El joven inspector Unai López de Ayala —alias Kraken—, experto en perfiles criminales, está obsesionado con prevenir los crímenes antes de que ocurran, una tragedia personal aún fresca no le permite encarar el caso como uno más. Sus métodos poco ortodoxos enervan a su jefa, Alba, la subcomisaria con la que mantiene una ambigua relación marcada por los crímenes… El tiempo corre en su contra y la amenaza acecha en cualquier rincón de la ciudad. ¿Quién será el siguiente?
Una novela negra absorbente que se mueve entre la mitología y las leyendas de Álava, la arqueología, los secretos de familia y la psicología criminal. Un noir elegante y complejo que demuestra cómo los errores del pasado pueden influir en el presente.
CREÍAS QUE YA NO SE PODÍA IR MÁS LEJOS EN EL THRILLER. TE EQUIVOCABAS. CARME CHAPARRO HA VUELTO A ROMPER LOS LÍMITES.
En una cálida noche de junio, diez personas se precipitan a la vez desde sus habitaciones de la séptima planta de uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid.
No se conocen. Sus mundos nunca se han cruzado. Solo el huésped de la 716 se atreve a dejar una pista. Tras este arranque de impacto, el lector entrará en una historia trepidante que le mantendrá en vilo de la mano de Santi Munárriz, el forense más carismático, rebelde y asocial del Instituto de Medicina Legal, y Berta Gigliani, una periodista de éxito que reaparece tras haberse desvanecido sin dejar rastro once años atrás.
Nueva York, 1998, cabalgata de Acción de Gracias. Kiera Templeton, desaparece entre la multitud. Tras una búsqueda frenética por toda la ciudad, alguien encuentra unos mechones de pelo junto a la ropa que llevaba puesta la pequeña.
En 2003, el día que Kiera habría cumplido ocho años, sus padres, Aaron y Grace Templeton, reciben en casa un extraño paquete: una cinta VHS con la grabación de un minuto de Kiera jugando en una habitación desconocida.