«El hecho de la existencia de necesidades sexuales en el hombre y el animal es expresado en la biología mediante el supuesto de una “pulsión sexual”. En eso se procede por analogía con la pulsión de nutrición: el hambre. El lenguaje popular carece de una designación equivalente a la palabra “hambre”; la ciencia usa para ello “libido”. La opinión popular tiene representaciones bien precisas acerca de la naturaleza y las propiedades de esta pulsión sexual. Faltaría en la infancia, advendría en la época de la pubertad y en conexión con el proceso de maduración que sobreviene en ella, se exteriorizaría en las manifestaciones de atracción irrefrenable que un sexo ejerce sobre el otro, y su meta sería la unión sexual o, al menos, las acciones que apuntan en esa dirección.»
Se estima que alrededor de un 1 por ciento de la población se encuentra en el espectro alto de la psicopatía. Toda persona está capacitada para detectar y neutralizar a un psicópata integrado, siempre y cuando disponga del conocimiento adecuado y haga un uso inteligente de las emociones (en especial del coraje) para hacerles frente. Con más de veinte años de investigación, Vicente Garrido desmonta mitos y brinda un análisis claro y accesible sobre el perfil del psicópata infiltrado, aquel que no comete delitos graves de violencia, pero se camufla, manipula y causa un daño significativo en la vida personal y en las instituciones de la sociedad. El experto criminólogo te ofrece aquí las herramientas necesarias para reconocerlo y defenderte de él. Gracias a sus recomendaciones prácticas y al relato de casos reales, aprenderás a identificar sus actitudes y modos de actuar, mejorar tus relaciones y entornos laborales y reconocer a los políticos con rasgos importantes de psicopatía, contribuyendo así a una sociedad más sana y segura
La manera más peligrosa de engañarse a sí mismo es creer que existe una sola realidad. De hecho, existen innumerables versiones y pueden llegar a ser muy opuestas entre sí. Todas ellas son el resultado de la comunicación. Paul Watzlawick afirma que en las relaciones humanas y en la interpretación de las mismas no existen verdades sencillas, y que lo «normal» en una cultura , y más aún en culturas diferentes, es que no se dé la uniformidad, sino la diversidad de formas de acción e interpretación de los individuos concretos. Con ello, lo que es real para unos, puede que no lo sea para otros. Con un estilo ameno y coloquial y con numerosos ejemplos tomados de los más diversos campos, el autor nos describe, expone o traduce a un lenguaje fácilmente comprensible los complejos problemas de la concepción de la realidad y de la acomodación a la misma.
¿Qué es la psicología? ¿Hasta qué punto es científica? ¿Qué es la consciencia? ¿Y los instintos? Estas son algunas de las muchas preguntas que se plantean todas aquellas personas curiosas y con interés por el mundo de la psicología y son, también, algunas de las cuestiones que se tratan en este libro. A través de estas págianas podrás realizar un recorrido desde los orígenes de la psicología y las dudas fundamentales con las que comienza el estudio de la conducta humana, hasta las investigaciones recientes en este ámbito, pasando por las principales corrientes psicológicas y los personajes más destacados de esta disciplina. Además aprenderás algunos de los principios fundamentales acerca de cómo actuamos, cómo sentimos y cómo nos relacionamos. En definitiva, este es un libro pensado para que conzocas de forma amena la psicología y sus temas de estudio más interesantes.
Pese a que muchos así lo consideremos, no es lo mismo emoción que sentimientos. Las emociones son vivencias con rostro (miedo, ira, alegría, tristeza, asco, y sorpresa) y las podemos distinguir físicamente. No se aprenden, forma parte de nuestra herencia biológica y son reconocibles por cualquier persona en cualquier parte del mundo. Un ciego de nacimiento nunca ha visto una expresión de miedo o alegría, pero la expresará de una forma común a todos nosotros. Cuando esas emociones básicas se mezclan, se tramitan en el cerebro, se convierten en sentimientos (amor, fe, orgullo, culpa?). Éstos son menos intensos que las emociones, pero mucho más duraderos.
Consciente de los riesgos que podía suponer la insuficiente o inadecuada divulgación de sus teorías y descubrimientos, Sigmund Freud (1856-1939) dedicó siempre especial atención y cuidado a esta tarea. Bajo el título genérico de " Esque...