En esta época que estamos viviendo de posverdad, en la que priman las noticias falsas y la desinformación, mentir es ya una práctica habitual, y la verdad y su búsqueda han perdido su valor. No obstante, las mentiras no son una novedad: nos han acompañado a lo largo de la historia y siempre han formado parte de nuestras vidas y nuestras conductas.
Aprendemos a mentir desde la más tierna infancia y, aunque todos hemos contado alguna mentira piadosa, lo importante es identificar las mentiras más peligrosas. Por suerte, con el tiempo se han ido actualizando las técnicas y herramientas para detectarlas: las imágenes neuronales y la inteligencia artificial, entre otras, nos ayudan a aplicar una perspectiva cognitiva, a detectar las señales no verbales y a encontrar las pruebas que se escapan a simple vista.
En La patología de la normalidad Erich Fromm centra toda su atención a un asunto de vital importancia en el pensamiento actual: la salud mental y su vínculo con el sistema económico dominante.
Sometiendo a un análisis radical los difundidos intereses y las pasiones que gobiernan la conducta de la sociedad, Fromm intenta relacionarlos con las exigencias económicas y sociales para llegar a entender los rasgos de carácter que podemos desarrollar como consecuencia de un proceso de adaptación a nuestras realidades.
De este modo, el autor aplica el método psicoanalítico a la patología del hombre «normal» y socialmente adaptado y descubre que lo que beneficia al funcionamiento del régimen económico actual resulta ser nocivo para la salud mental del hombre. En el núcleo de este padecimiento de lo normal se encuentra la creciente incapacidad de las personas para relacionarse por sí mismas con la realidad. La consecuencia es una amplia crítica que desemboca en una reclamación programática de una nueva ciencia humanista.
Una herramienta extraordinaria para comprender y gestionar los rasgos y los trastornos de la personalidad de cualquier individuo (incluido uno mismo).
La personalidad es aquello que nos hace humanos. Los animales tienen brío, docilidad, fiereza, pero no poseen personalidad. Los humanos tenemos un todo que nos caracteriza y que se convierte en nuestro rostro ante los demás, con el que gustamos o con el que asustamos. Necesitamos conocer la personalidad de los que nos rodean, porque a veces no tenemos claro lo que vemos. Incluso a veces nos sentimos atraídos por alguna persona aunque no nos gusta lo que vemos. Y a menudo nos observamos a nosotros mismos y no nos reconocemos.
La personalidad es la tendencia a ser de una manera, pero no es lo que somos. No podemos convertirla en una etiqueta para clasificar o para elegir a las personas. Todas las personalidades crecen y maduran, excepto los denominados trastornos de la personalidad, que son rígidos e inmutables y solo es posible cambiarlos con un buen tratamiento. Este libro puede ser de enorme utilidad para manejarnos con las personalidades de aquellos que nos rodean. Y con la nuestra también.
Cómo obtener mejores resultados con esa minoría de personas que constituyen la mayoría de nuestros clientes. En este libro, La psicoterapia y la persona altamente sensible, el más reciente de la doctora Elaine Aron, redefine el término «altamente sensible» para aquellas personas que se dedican a la investigación y la terapia a nivel profesional. La doctora Aron disipa ideas erróneas habituales sobre la relación entre sensibilidad y otros rasgos de la personalidad, como la introversión o la timidez, para definir posteriormente el rasgo en beneficio tanto del terapeuta como del paciente.
«CUANDO ERA PEQUEÑO, NI SIQUIERA SABÍA QUE ERA UN NIÑO CON NECESIDADES ESPECIALES».
¿Qué significa tener autismo? ¿Cómo podemos saber lo que piensa y siente una persona con autismo, especialmente un niño? ¿Por qué hablan de un modo tan peculiar? ¿Por qué repiten las mismas preguntas una y otra vez? ¿Prefieren estar solos? ¿Por qué saltan?
Naok Higashida es autista y, hoy en día, uno de los divulgadores sobre autismo más relevantes a nivel internacional, pero escribió este texto cuando apenas había cumplido los trece años. Las historias y respuestas que aquí nos ofrece sirven de entrada a un mundo incomprensible para la mayoría de nosotros, y son al tiempo un canto a la vida que nos conmueve. El optimismo, la alegría de vivir y un estilo sencillo y accesible lo convierten en una obra de referencia.
«En el interior de la mente de un niño autista y aparentemente impotente, hay una mente tan curiosa, sutil y compleja como la tuya, como la mía, como la de cualquiera».
David Mitchell
¿Ves imposible decir que no o llevar la contraria a los demás? ¿Te bloqueas normalmente al hablar en público? ¿Sueles evitar las actividades sociales o profesionales por miedo al rechazo? ¿Te sonrojas con facilidad sin poder controlarlo?La timidez es una realidad tremendamente extendida. Muchos la consideran una dificultad anecdótica, benigna o incluso agradable, pero en un grado excesivo afecta a una de cada dos personas en los países occidentales. Tanto es así que ha sido objeto de numerosas investigaciones en los últimos años, con la intención de comprenderla mejor y tratarla con más eficacia. Puede ser visible y observable por quienes rodean a la persona que la padece, sumiéndola en un difuso sentimiento de vergüenza; pero también puede pasar desapercibida, y entonces será causa de sufrimiento interno. Puede extenderse a casi todas las situaciones cotidianas, o afectar solo a aspectos muy concretos de nuestra vida.