Ayer, un mes después de morir, grabaron sobre su tumba el nombre de mi madre. Al ver sobre la piedra las letras que tantas veces estuvieron en mis labios sentí un impulso doble, contradictorio tan solo en un primer instante, que me empujaba al mismo tiempo a permanecer callado y a pronunciar las palabras justas para nombrar la vida. Lo que sentía en ese momento solo puede ser nombrado con la palabra «tristeza», aunque la palabra «tristeza» –como le ocurre a todas las palabras frente a la complejidad de nuestra vida– se queda tan corta como un metro para sondear las profundidades de un abismo.
La guerra de Troya como nunca la habían contado: espectacular, vibrante, divertida y conmovedora.
El rapto de la hermosa reina griega Helena por el príncipe troyano Paris desencadena una guerra entre ambos pueblos. Los griegos mandan a su flota y sitian la ciudad de Troya. El conflicto se prolongará diez años, y causará mucho sufrimiento y muchos muertos. Intervendrán héroes como el valeroso Aquiles o el astuto Odiseo y dioses como el mismísimo Zeus. Y también un celebérrimo caballo de madera.
¿Quién mejor que Stephen Fry para contar esta historia de la antigüedad con palabras y miradas actuales? El autor y actor, que en sus anteriores Mythos y Héroes ya nos deleitó con sus repasos a la mitología griega, vuelve a la carga en plena forma. Esta es una historia que lo tiene todo: heroísmo, venganza, amor, ideales, brutalidad, traición, desesperación, violencia extrema, dolor, esperanza… Las pasiones que mueven a los seres humanos del pasado y del presente.
Y es que el mito de la guerra de Troya, que nos cuenta este libro trepidante, amenísimo y rebosante de información, no es mera arqueología literaria, sino una historia con temas muy actuales. Fry nos ofrece un festín, con su portentosa capacidad narrativa y sus impagables toques de humor.
Tú eres Pedro nos transporta a los días tumultuosos de la Roma imperial y nos sumerge en la vida de un hombre destinado a cambiar el curso de la historia. Frank Slaughter, maestro de la narrativa histórica, embarca al lector en un viaje emocionante a través del mar de Galilea, los desiertos de Judea, las catacumbas de Roma y los corazones de hombres y mujeres que abrazan la fe del nazareno. Una novela que combina la investigación histórica minuciosa con la profundidad de los personajes, brindándonos una visión íntima de la vida y el legado de Pedro, el pescador que se convirtió en el pilar de la Iglesia. A través de las páginas de este relato épico, descubrirás la pasión, el sacrificio y la esperanza que marcaron la vida de Pedro y la historia de los primeros cristianos. Una obra que te hará reflexionar sobre la misión que cada uno está llamado a desempeñar. Una historia que perdurará en tu corazón mucho después de haber cerrado el libro.
A pesar de permanecer olvidado durante más de tres mil años, con un reinado que duró solo una década, Tutankamón es seguramente el más famoso de todos los faraones egipcios, gracias al fabuloso tesoro descubierto debido a la intuición y perseverancia del arqueólogo Howard Carter y al generoso apoyo de su patrón Lord Carnarvon. En la tumba se encontraron más de cuatro mil artefactos, esplendidas joyas, amuletos mágicos y la famosa máscara mortuoria de oro macizo.
Cuando elegimos darle al Señor nuestros primeros momentos de la mañana, Él muchas veces nos entrega a cambio sorpresas y nos deleita. Un año con Dios al amanecer es una simple ofrenda matutina de ánimo que te ayudará a empezar tu día con el Señor y a reflexionar en una de las oraciones más hermosas que nos han dado en la Palabra de Dios: El Padrenuestro.
Cada escritura diaria sigue uno de los siete principales temas del Padrenuestro y está formada por tres secciones: la Palabra, una Escritura incluida para meditar; el Pensamiento, una reflexión sobre la Escritura o el tema del día, y una Oración, una plegaria que se ofrece para entrar en conversación con el Señor.
Adéntrate en las profundidades de las Escrituras y construye tu conexión personal con Jesús. Un año con Dios al amanecer te dará un tiempo dulce para meditar sobre las promesas de Cristo. Fortalecerá tu vida de oración y te ayudará a crecer en tu amor por el Señor y tu comprensión de Él.