Es necesario ser instruido en el conocimiento de la palabra acerca del campo profético, y en lo particular del don de profecía. El apóstol Pablo instruyó a sus discípulos para que operaran en el don sin temor a fin de exhortar, consolar y edificar a los santos. Es muy importante ser parte del mover profético, ya que la profecía es importante en el avance del reino de Dios en la tierra. En la biblia encontramos muchos pasajes donde Dios establece estrategias, entrega comisiones, anima; direcciona, exhorta y capacita a través de una palabra profética.
Ser más indulgentes con uno mismo, en ocasiones somos nuestros principales verdugos, esto no quiere decir que no seamos autocríticos, es que la autocrítica no sea tan lacerante que nos flagelemos el alma hasta sangrar la existencia. Cuando cometemos un error el reconocerlo ya es un avance para enmendarlo, aprender sobre el mismo es transformar la historia de los hechos, decidirse actuar de forma diferente es aprendizaje consumado.
A las puertas de la Segunda Guerra Mundial, el teniente Thomas Campbell recibe el extracto de un misterioso diario que habla de la lucha entre el bien y el mal, donde la humanidad, sin saberlo, juega el papel protagónico. Junto al coronel Harrington y su nieta, Thomas se sumergirá en una batalla que trasciende a la frontera de lo sobrenatural. La ficción se transforma en sobrecogedora realidad hasta tal punto que sólo la fe pervive.