En este ensayo erudito y apasionado, sin duda su obra más personal, Robert Graves (1895-1985) reconstruye el lenguaje mágico de la Europa antigua mediterránea y septentrional, vinculado a ceremonias religiosas populares en honor a la diosa Luna. En ella mezcla distintos géneros para, a través de los bosques mitológicos de medio mundo, sumergirnos en los antecedentes históricos, tribales y místicos de la poesía, pasando de las mitologías griegas a las simbologías panteístas y naturalistas de los bardos celtas, para terminar satirizando a la sociedad contemporánea. La presente y definitiva edición de La Diosa Blanca la ha llevado a cabo el profesor Grevel Lindop a partir de la última versión y apuntes del autor para la de 1961. Esta nueva y meticulosa traducción es obra de su hijo y albacea literario William Graves.
El humor ha sido un aspecto fundamental del judaísmo e impregna su tradición cultural ya desde el Antiguo Testamento. Jeremy Dauber explora magistralmente los orígenes del humor judío y su evolución hasta nuestros días: mediante el análisis de las formas tradicionales del humor judío—la sátira, el ingenio o la escatología, entre otras—nos descubre que la persecución, el exilio, la asimilación cultural, la religiosidad, la diáspora y la identidad, imprescindibles para explicar la experiencia judía, son los pilares sobre los que se construye su tradición cómica. Asimismo, rastrea el apogeo y el declive de los principales arquetipos humorísticos judíos con la ayuda de maestros de la talla de Sholem Aleichem, Isaac Babel, Franz Kafka, los hermanos Marx, Woody Allen, Joan Rivers, Philip Roth, Mel Brooks, Sarah Silverman y Larry David entre muchos otros. Un ensayo riguroso y divertido que aborda con sentido del humor un asunto tan serio como la historia del pueblo judío y nos recuerda que, en ocasiones, la risa puede restaurar el equilibrio de la cordura.
«El cristianismo no se reduce a su legado histórico; constituye una fuente de valores que enriquece nuestra identidad, fortalece nuestra libertad e ilumina nuestro futuro».
En este ensayo, Rafael Domingo Oslé examina la relación entre el cristianismo y la cultura contemporánea desde una perspectiva crítica y reflexiva. En un contexto marcado por la secularización, la fragmentación social y la incertidumbre, plantea preguntas fundamentales sobre la relevancia de la fe. Sostiene que el cristianismo no solo proporciona respuestas a estas inquietudes, sino que también actúa como una luz orientadora que llena la vida de esperanza.
Apasionado defensor de la conciencia moral en la búsqueda de la verdad y la libertad, del poder transformador del perdón y de la fuerza unificadora de la belleza, Rafael Domingo argumenta que los valores cristianos tienen mucho que ofrecer a nuestra vida cotidiana y ejercen una influencia significativa en áreas como la política, el derecho, la economía, la filosofía y la ciencia.
El sentido del cristianismo se revela como una obra rigurosa y cautivadora que nos desafía e inspira. Nos recuerda que la fe, cuando se vive con sencillez y autenticidad, constituye un potente motor de transformación personal y colectiva.