Este libro ofrece una visión alternativa de la China antigua, un período crucial y particularmente fecundo en el terreno de la reflexión, cimentada en el estudio de los diversos modos en que se declinan tres efigies emblemáticas ―sabios, desviados y autócratas― que, debido a sus propiedades o destrezas extraordinarias, se sitúan fuera de la norma y de lo común. Lejos de penetrar en ese exuberante paisaje intelectual a partir de su núcleo seminal, ocupado de manera convencional por la ideología confuciana ―paradigma de mesura, equilibrio y armonía―, se trata de explorar aquí su cartografía más indómita tal y como se expresa en una multitud de documentos poco transitados: manuales adivinatorios, códigos legales, breviarios cosmológicos, manuscritos militares, compilaciones litúrgicas o tratados filosóficos. El análisis riguroso de esos materiales, muchos de ellos inéditos, conduce al lector ante la presencia inquietante y reveladora de seres estigmatizados por exhibir un cuerpo torturado a consecuencia de una condena penal; de personajes cuya conducta estrafalaria socava el carácter circunspecto y sacrosanto de los ritos funerarios; de individuos capaces de vaticinar el desenlace de un acontecimiento en sus estratos más incipientes; de expertos en persuasión que amenazan con conquistar países enteros valiéndose de sus afiladas lenguas; o de temibles gobernantes que anhelan imponer un orden absoluto adoptando para ello los rasgos fantasmagóricos de los espíritus y los principios inhumanos que rigen el cosmos.
Cómo el hombre creó a Dios a su propia imagen: una visión original, abierta y contemporánea de la religión.
«Fascinante. Tratándose de la biografía introductoria de la que a todas luces puede considerarse la figura más influyente de todos los tiempos, resulta sin duda interesante.»
Catherine Nixey,TheSunday Times
Con la habilidad a la que nos tiene acostumbrados, Reza Aslan nos narra la historia de la religión para mostrarnos cómo esta ha estado marcada por nuestra insistencia en darle a Dios rasgos y emociones humanos. Según Aslan, esta tendencia a crear una versión divina de nosotros mismos es innata: está programada en nuestro cerebro, de ahí que sea una característica central de casi todas las tradiciones religiosas. Y esta proyección tiene consecuencias, pues le otorgamos a Dios no solo todo lo bueno de la naturaleza humana -nuestra compasión, nuestro afán de justicia - , sino también todo lo malo: nuestra avaricia, nuestro fanatismo, nuestra inclinación a la violencia. Todas estas cualidades informan nuestras religiones, culturas y gobiernos.
Este libro es mucho más que una historia sobre la comprensión de Dios: es un intento de llegar a la raíz de este impulso humanizador para desarrollar una espiritualidad más universal. Creamos en un Dios, en muchos o en ninguno, este libro valiente, ambicioso y provocador transforma el modo en que pensamos en la religión, así como nuestra relación con la vida, la muerte, lo espiritual y, en definitiva, la esencia misma de la existencia humana.