La expansión del cristianismo en el Imperio romano sigue siendo una incógnita para los estudiosos. ¿Cómo pudo un grupo mistérico del Mediterráneo oriental desarrollarse hasta sustituir a los reconocidos y bien financiados cultos que contaban con el respaldo del Imperio y de la aristocracia? ¿Y cómo llegó a convertirse en el siglo V en la religión oficial?
La lógica de las respuestas tradicionales destaca la altura de la doctrina propuesta por los cristianos, su apasionado celo, el eficaz proselitismo y hasta la sobriedad de su propuesta moral.
A lo largo de esta obra se propone una lógica alternativa, cuyo punto de partida es la práctica de la paciencia, virtud que ha de configurar a quienes solicitan hacerse cristianos. A ello se suma el esfuerzo por cambiar el propio estilo de vida (habitus), que exige apartarse de los usos y costumbres de la sociedad. Por último, la obligatoriedad de la catequesis y del culto como medios que atestiguan la acción invisible de Dios en la historia y ayudan a perseverar pacientemente en la opción cristiana.
Como sucede con su obra clásica sobre los dioses griegos, Karl Kerényi escribió este libro convencido de que había llegado el momento de hacer una mitología para adultos, pues hasta entonces sólo existían grandes manuales para especialistas en estudios clásicos, historia de las religiones, etnología, o bien libros de mitos clásicos para niños, remodelados y falseados de acuerdo con determinados puntos de vista educativos. Kerényi destinó este libro a todos aquellos adultos cuyo interés fundamental fuera el estudio del ser humano desde cualquier rama del conocimiento, ya que para él la mitología puede ser también un testimonio del pensamiento humanista moderno. Por esta razón dedicó esta obra a los poetas del futuro.
Los símbolos ejercen un fuerte control en el siglo XXI y lo han hecho durante miles de años. Desde emblemas nacionales a logotipos corporativos y emojis, nuestra vida cotidiana está repleta de iconos que hunden sus raíces en un pasado remoto. El experto historiador del arte Matthew Wilson traza las trayectorias, a menudo sorprendentes, que han seguido los símbolos a lo largo de la historia, desde sus propósitos originales hasta sus significados modernos, identificando los temas e ideas comunes que relacionan culturas aparentemente dispares. Así, nos encontramos con el halcón como símbolo de autoridad desde los antiguos faraones egipcios hasta la aristocracia medieval; el perro como compañero incondicional desde la época clásica hasta el Renacimiento; y la mítica ave fénix como símbolo de poder femenino que conecta a una reina inglesa con una diosa china. Desde las pinturas rupestres paleolíticas hasta obras artísticas contemporáneas, Wilson nos guía hábilmente por este mundo de símbolos, mostrando su perdurable capacidad para expresar poder, esperanza, miedo y fe, y para crear y comunicar identidades, uniendo —o dividiendo— a los pueblos que los crearon.