Dios conoce nuestras limitaciones, por eso ha enviado Su Santo Espíritu a vivir en nuestros corazones. Sabe de todas nuestras batallas, por eso ha puesto dentro de nosotros al mismo que resucitó a Jesús de los muertos, para que podamos ganarlas. Sin la ayuda del Espíritu, habrá situaciones que no seremos capaces de enfrentar, retos y desafíos que no podremos superar y un nivel de efectividad que no llegaremos a revelar. Pero teniendo una amistad íntima y profunda con el Espíritu Santo, somos impartidos de un nivel de fuerza, poder, gracia y sabiduría que de ningún otro modo pudiésemos llegar a obtener, porque el único modo de recibirlo es con la ayuda y el respaldo que solo el Espíritu Santo, puede otorgarnos.
A finales del siglo XIX, las victorias militares del Japón colonial demostraron que las potencias europeas habían subestimado al país nipón y la Exposición Universal de Barcelona en 1888 ofreció a España la oportunidad de estrechar lazos comerciales con el país del Sol Naciente. En aquel encuentro entre civilizaciones se forjó una amistad imperecedera entre Antoni García Llansó y el pintor Kume Keiichirō, dando como resultado una serie de artículos recopilados luego en forma de libro en 1905. Con Dai Nipon García Llansó descubrió a los lectores españoles la historia, sociedad y cultura de un país fascinante aparentemente muy alejado de España, pero con multitud de semejanzas, a través de un texto que sintetiza el clima de tensión de la política internacional a principios del siglo XX. Una joya bibliográfica del japonismo. Dai Nipon es el fruto de la amistad entre Antoni García Llansó y Kume Keiichiro, forjada durante la Exposición Universal de Barcelona en 1888 y de las cartas intercambiadas entre ambos durante años que sirvieron para documentar la obra que ahora reedita Satori Ediciones, con introducción y epílogo de la doctora Diana Rossell Cigarrán, historiadora de arte.