La guerra de Troya como nunca la habían contado: espectacular, vibrante, divertida y conmovedora.
El rapto de la hermosa reina griega Helena por el príncipe troyano Paris desencadena una guerra entre ambos pueblos. Los griegos mandan a su flota y sitian la ciudad de Troya. El conflicto se prolongará diez años, y causará mucho sufrimiento y muchos muertos. Intervendrán héroes como el valeroso Aquiles o el astuto Odiseo y dioses como el mismísimo Zeus. Y también un celebérrimo caballo de madera.
¿Quién mejor que Stephen Fry para contar esta historia de la antigüedad con palabras y miradas actuales? El autor y actor, que en sus anteriores Mythos y Héroes ya nos deleitó con sus repasos a la mitología griega, vuelve a la carga en plena forma. Esta es una historia que lo tiene todo: heroísmo, venganza, amor, ideales, brutalidad, traición, desesperación, violencia extrema, dolor, esperanza… Las pasiones que mueven a los seres humanos del pasado y del presente.
Y es que el mito de la guerra de Troya, que nos cuenta este libro trepidante, amenísimo y rebosante de información, no es mera arqueología literaria, sino una historia con temas muy actuales. Fry nos ofrece un festín, con su portentosa capacidad narrativa y sus impagables toques de humor.
Para las madres y mujeres de fe que no se sienten suficientemente virtuosas o diligentes, para las personas agobiadas por sus errores e incluso para quienes piensan que han fallado, este es un libro poderoso y tranquilizador que examina cómo las mujeres de la Biblia se enfrentaron a escenarios y problemas similares a los que experimenta la mujer de hoy, a la vez que ofrece reflexiones necesarias para ayudarnos a comprender mejor las lecciones que sus vidas tienen para nosotros.
En general, las historias bíblicas protagonizadas por hombres se han utilizado frecuentemente, y por largo tiempo, como lecciones para las personas de fe. Es decir, aquellas que son sobre padres e hijos se han centrado, por lo mismo, en estas figuras. Sin embargo, las madres y las hijas de la Biblia tienen historias igualmente poderosas y perspicaces, por ejemplo, pensemos en la madre de Moisés, Jocabed, que asumió enormes riesgos para proteger a su hijo de los planes genocidas del faraón. Pero, también, está el caso de Rebeca, una madre que planea y conspira con deshonra para que su hijo Jacob prospere. Se trata de una mujer que actúa con favoritismo, que practica el engaño y que sacrificaría cualquier cosa por el futuro de su hijo.