En este libro, Joyce Meyer señala los muchos problemas que las mujeres enfrentan hoy en día y las anima a encontrar y vivir su identidad única en Cristo. Joyce toca tópicos como:
• Vivir más allá de los sentimientos
• Sobreponerse al miedo y la inseguridad
• Ser sabia con las palabras
• Establecer las prioridades adecuadas
• Vencer las circunstancias negativas
• Sobreponerse a la actitud de “no puedo”
• Disfrutar del favor de Dios
A veces, la persona a la que más necesitas perdonar es a ti misma porque primero debes relacionarte bien contigo para avanzar hacia todo lo que Dios tiene para ti. Hoy, más que nunca, las mujeres necesitan inspiración. Hábitos de una mujer piadosa te animará y motivará a atravesar el día con Dios a la cabeza.
El libro que explica por qué la Iglesia católica es la mejor marca de la historia.
¿Te has parado a pensar por qué las tiendas de marcas de ropa y los supermercados están distribuidas geográficamente como si fueran parroquias? ¿O por qué en las de móviles hay altares donde se muestran los productos como si fueran ofrendas? ¿Sabías que la palabra «propaganda» la acuñó el papa Gregorio XV en 1622 con la famosa De Propaganda Fide? ¿Que el primer CEO de la historia fue san Pedro y los primeros comerciales, los apóstoles? ¿Y que el Barroco se debería estudiar en las universidades como la mejor campaña de publicidad de todos los tiempos?
Todo lo que sabemos de comunicación lo inventó la Iglesia. Fue ella quien, probablemente sin darse cuenta, inspiró las campañas de marketing más famosas del planeta. Son sus métodos, su estrategia a largo plazo, sus rituales y sus promesas perfectas las que han señalado el camino para que nos convirtamos en seguidores incondicionales de estas empresas.
Enseñar es una actividad inteligente y hermosa. Es ayudar a otros a descubrir el conocimiento. El Maestro inolvidable trabaja en favor de los alumnos, se enfoca más en los estudiantes que en el contenido. Jesús te ha dejado las herramientas necesarias para desarrollar una labor o ministerio de excelencia. Como maestro (a) debes comprometerte con tu crecimiento en todas las áreas.
Busca a Dios en oración, actúa con justicia, trata de ser confiable y mantenerte actualizado, no olvides manifestar una actitud positiva, recuerda que una sonrisa logra maravillas, nunca te rindas por más difícil que sea la situación.