El camino que hemos emprendido se vuelve sinuoso, escabroso y empinado. Quisiéramos encontrar una sombra para protegernos del sol que quema y divisar un pequeño arroyuelo donde saciar nuestra sed. Seguimos caminando, muchas veces creyendo que nadie nos acompaña, que andamos solos. Pensamos que no encontraremos una ruta mas cómoda para andar y seguimos abriendo trocha mientras caminamos. De repente , divisamos un claro, un hermoso valle llano, colorido y atractivo. Unos pasos mas adelante, nuestros pies se topan con una inscripción: Esta es tu porción aquí esta tu herencia, y con letras perfectamente trazadas dice Dios: Yo soy tu herencia y tu copa.
La vida esta llena de desafíos, pero cuando abrimos la conciencia y permitimos al Señor dirigir nuestra existencia, somos capaces de discernir lo que es adecuado para nosotros. Lejos de creer que la vida es como una obra de ficción, sabremos dar un sentido pleno a las cosas. Como esta escrito en el libro: El sentido de cada vida se genera o nace de lo mas intimo y, por medio de la madurez, fortaleza y una fuerte relación con el Espíritu Santo lo vamos evidenciando paso a paso hasta lograr que todos los aspectos de nuestra existencia se solidifiquen.