Este no es un trabajo hecho al azar, o con prisa, sino elaborado con las intención que sea de provecho, no solo a personas católicas, sino también a creyentes de diferentes doctrinas.
¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas? Probablemente lo hizo esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó quipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la correa transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las valijas que tomamos no son de cuero, sino de cargas. La maleta de la culpa. El baúl del descontento. La mochila de la ansiedad y un bolso de tristezas colgado del hombro. Añádase un maletín de perfeccionismos, el saco de la soledad y la bolsa de lona del temor. No es raro que estemos tan cansados al final del día. ¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos a un viejo amigo, el Salmo Veitnitrés?
¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas?
Es probable que lo hiciera esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó equipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la cinta transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las valijas que tomamos no son de cuero, sino de cargas: Las maletas de la culpa, del descontento, de la ansiedad y de las tristezas. Añádase un maletín de perfeccionismo, el saco de la soledad y la bolsa de lona del temor. No es raro que estemos tan cansados al final del día. ¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos aun viejo amigo, el Salmo Veintitrés?
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte.
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de míen presencia de mis
angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Con estos versos como guía, Max Lucado nos conduce a lo largo de un útil inventario de nuestras cargas. Nuestro deseo es que Dios use este salmo para recordarle que deje las cargas que nunca debió llevar. Max, Denalyn y sus tres hijas viven en San Antonio, Texas, donde pastorea
la iglesia Oak Hills.
Las claves para conocerse a uno mismo y alcanzar el camino de la felicidad pura. Amor y trabajo interior: estas son las claves para alcanzar la felicidad. Según el Dalai Lama, todos estamos en condiciones de lograrlo, pero conlleva un proceso que el Premio Nobel de la Paz nos indica mediante ejemplos, consejos y anécdotas. Ante todo, debemos abrir nuestra conciencia, liberarnos de prejuicios y rechazar las ideas falsas sobre nosotros mismos. Ese autoconocimiento debe canalizarse hacia lo que este líder espiritual denomina «iluminación altruista». Desde la meditación y el autoconocimiento, la presente obra sostiene que todos podemos contribuir a la instauración de la paz mundial.
Un libro extraordinariamente práctico para los que luchan con pruebas y quebrantos que no pueden comprender. ¿Por qué la enfermedad, el divorcio, el rechazo, la muerte, o la tristeza han de llegar a nuestra vida cuando estamos tratando de servir al Señor? ¡Esto no parece justo!