Ian Gibson llegó a España en los años cincuenta y se quedó a vivir aquí. Gran amante de nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra forma de vida, aboga en este ensayo por la llegada de la república como forma de gobierno y la unión con nuestro vecino Portugal, país con el que compartimos territorio, pero al que hemos ignorado durante siglos. Hispanista de gran prestigio, expone en este texto acontecimientos muy recientes de nuestra historia y múltiples referencias a hechos pasados.
Un estudio que cambia las reglas del juego
Desde que nacen, las personas genéticamente femeninas presentan claras ventajas en muchos ámbitos de la vida: viven más años; tienen más posibilidades de vencer un virus, una infección o un cáncer; sobreviven mejor las hambrunas y las epidemias; y pueden ver el mundo en una variedad más amplia de colores. Las mujeres son más fuertes que los hombres, pero ¿por qué?
Médico, genetista y especialista en enfermedades raras, Sharon Moalem ha tratado de buscar respuestas a este desequilibrio y afirma que la clave se halla en la genética: el par de cromosomas X supone una poderosa ventaja de supervivencia respecto los cromosomas XY.
A través de investigaciones y observación de casos, Moalem explica desde su experiencia médica por qué las mujeres superan a los hombres en cuanto a resiliencia, intelecto, inmunidad y resistencia, al mismo tiempo que pone en tela de juicio la perspectiva médica androcéntrica que estudia y trata a las mujeres desde la óptica masculina.
Hoy, más que nunca, vivimos confinados en espacios interiores. Según las estadísticas, pasamos hasta un 90 por ciento de nuestra vida entre cuatro paredes, totalmente desconectados de la naturaleza. No obstante, esta sigue estando profundamente enraizada en nuestro lenguaje, nuestras tradiciones y nuestra conciencia. Durante siglos, las sociedades se han guiado por la intuición de que vivir en armonía con el entorno es fundamental para el ser humano. En pleno siglo XXI, coincidiendo con nuestro alejamiento de la naturaleza, ha empezado a emerger un fascinante campo de investigación científica que confirma esta intuición ancestral y demuestra la importancia del contacto con la naturaleza para nuestro bienestar psicológico o el desarrollo de nuestras facultades cognitivas y afectivas.
Lucy Jones nos abre las puertas de la vanguardia de la biología humana, la neurociencia y la psicología, y descubre nuevas formas de entender (y reparar) nuestra relación disfuncional con la naturaleza. A caballo entre la investigación periodística y la confesión autobiográfica, la autora emprende un viaje apasionante desde las escuelas forestales del este de Londres hasta el Svalbard Global Seed Vault, pasando por bosques primitivos, los laboratorios más punteros de California y el sofá de algún que otro ecoterapeuta.
En este elogio de la revuelta, Donatella Di Cesare aborda diversos aspectos políticos y filosóficos, ofrece una interpretación política de la máscara, del ocultar el rostro para mostrarse un sujeto, y el desafío que supone para el Estado y la economía desencarnada. La prestigiosa filósofa revela en El tiempo de la revuelta las enormes asimetrías sociales, pone al descubierto la disparidad de fuerzas que configuran los límites de la polis, denuncia la vigilancia planetaria y se pregunta por los fenómenos «afuera» del Estado, por la revolución perdida y por la resistencia.
El marxismo ha venido tratando lo nacional como un“problema”o“cuestión”, sin desarrollar un concepto propio de nación. Contribuyónegativamente a ello la noción simplista de Stalin, descriptiva y cerrada. Imperóel interés puramente político y externo al hecho nacional. En el libro de Carlos Barros, partiendo de la intuición del judío bolchevique Ber Borojov sobre el uso del concepto“condiciones de producción”, profusamente utilizado por Marx y Engels, se investigan todos sus escritos, tanto teóricos-metodológicos como periodísticos o cartas, a fin de sacar a la luz la noción subyacente de nación, materialista y dialéctica, que informaba sus posicionamientos sobre los hechos nacionales de su tiempo, que les llevóa apoyar con entusiasmo al nacionalismo irlandés y polaco, al tiempo que la unificación alemana. Combinaron los fundadores con destreza lo material-objetivo (geográfico y económico) con lo ideal-subjetivo (histórico, político y cultural), con sus frecuentes y paradójicos cruces, partiendo de la división histórica de la humanidad en clases y naciones, devolviendo al primer plano explicativo las condiciones económicas, entrelazadas con las condiciones naturales e históricas, para aprehender la historicidad, la viabilidad y la durabilidad de las naciones.