¿Qué implica replantearse la posibilidad de un mundo liberado del capitalismo? En el marco de una crisis del neoliberalismo, los nuevos movimientos sociales –excluidos, sin papeles, sin empleo, sin vivienda, migrantes, pueblos indígenas– proponen iniciativas desde abajo. Jérôme Baschet analiza en este libro las experimentaciones sociales y políticas de las comunidades zapatistas, en las que participa desde hace años, para imaginar nuevas formas de vida alejadas de la lógica del dinero.
No obstante, el modelo zapatista no es tomado como universal ni como gran relato de futuro, pues la crisis mundial no afecta a todos de la misma manera. Las mutaciones contemporáneas en el mundo del trabajo y en nuestra vida íntima, que nos obligan a nuevas formas de producción y consumo, han rediseñado nuestro presente. Sin embargo, pese a la abundancia de literatura crítica, no han madurado aún los proyectos de emancipación. No nos basta con la crítica: hemos de ser capaces de imaginar nuevos mundos posibles.
Conjugando proyección teórica y conocimiento directo de una de las experiencias de autonomía más reflexivas de las últimas décadas, Jérôme Baschet explora, en suma, vías alternativas para la elaboración práctica de nuevas formas de vida en el siglo XXI.
Venerado desde el siglo V a.C., El arte de la guerra es en la actualidad uno de los principales manuales de vida en el que se inspiran los grandes líderes y estrategas en todo el mundo. Atemporales y sabias, las enseñanzas de Sun Tzu pueden aplicarse para triunfar en cualquier ámbito (política, negocios, relaciones personales, autodisciplina…). Sus lecciones nos enseñan a gestionar, reflexionar y abordar los problemas con mentalidad ganadora.
Este long seller sigue hipnotizando a nuevas generaciones, que buscan en él enseñanzas acerca de la toma de decisiones o la gestión de los recursos. Una lectura filosófica y una llamada a la acción que, de la mano del prólogo de Marcel Planellas, nos otorga una perspectiva imprescindible para entender los conceptos de liderazgo y gestión de grupos humanos, el éxito y el coste de nuestros esfuerzos.
La controversia sobre las diferencias entre la democracia de los antiguos y la de los modernos y, en especial, a propósito de si es deseable la apropiación contemporánea de los modelos clásicos, perdurará entre nosotros mientras siga vivo el debate sobre cuál es el mejor gobierno.
Sin duda, en el surgimiento de esta cuestión fue decisivo el florecimiento renacentista de la filología clásica, reforzado más tarde por la incorporación de la historia a la nómina de las ciencias. Este libro asume el punto de partida analítico, desapasionado, neutral, que es consustancial a ambas disciplinas, y en este sentido está muy lejos de los acalorados partidismos que suscita con frecuencia la dicotomía entre lo antiguo y lo moderno.
La obra conjuga dos tipos netamente diferenciados de aproximación. Por un lado, se analizan distintos aspectos de la democracia antigua en su contexto histórico. Por otro lado, se estudian distintos casos del uso político y retórico que se hizo de las formas políticas de la Antigüedad durante la Modernidad.
Este libro advierte de que la historia de la contraposición entre antiguos y modernos es parte insoslayable de la controversia política desatada en los términos de B. Constant.
La elección de Bergoglio como Papa supuso un gran revulsivo para la Iglesia católica. El pontífice argentino inició un fuerte impulso reformador, acrecentado cuando estalló la gravísima crisis de la pederastia eclesial. Además de apostar por los más débiles, defendió una ecología integral y arremetió contra la economía que mata. Reorganizó la Curia, impuso un control de las finanzas y fustigó el carrerismo eclesiástico. Semejante audacia, le generó un sinfín de enemigos, dentro y fuera de una Iglesia, que ahora es más universal, menos eurocéntrica. Esta revolución chocó frontalmente con el ala más conservadora que se organizó para erosionar su credibilidad, alentar la rebelión contra su autoridad y minar su moral para que tirara la toalla. Una conspiración que ha incluido el acoso a sus colaboradores más cercanos. Estamos ante una batalla por el liderazgo espiritual de 1.400 millones de católicos y la influencia geopolítica del Vaticano.
Con una historia milenaria, una cultura deslumbrante y un modelo de desarrollo que desafía todas las categorías, China está transformando el mundo a una velocidad difícil de asimilar. Ya no es solo la fábrica del planeta; es también el mayor mercado global, un laboratorio político único y una potencia tecnológica que redefine los equilibrios internacionales.
Y, sin embargo, seguimos sabiendo sorprendentemente poco sobre su realidad.
Este libro ofrece una mirada profunda y sin filtros sobre China, explorando su historia, su cultura, su sistema político y su economía. A través de un análisis accesible, el autor examina las claves de un país que, ahora más que nunca, se presenta como el motor del futuro.
En estas páginas no hay espacio para prejuicios ni mitificaciones: aquí solo encontrarás el deseo de comprender una nación compleja, cuya influencia y desafíos marcarán el rumbo del mundo en las próximas décadas.
Este no es solo un libro sobre China. Es el mapa de un futuro que ya está aquí.
Sobre el nacionalismo se escribe mucho: a favor, los que aspiran a tener un Estado propio; en contra, los que ya lo tienen. De nacionalismo habla este libro, pero en otro sentido, porque cuestiona toda forma de pertenencia, llámese esta Estado, Patria o Nación. El libro arranca con una mención de la torre de Babel. Aquella gente quiso construir una ciudad monolítica que fracasó porque no se pudo impedir que se hablara y pensara por su cuenta. Se insinúan ahí dos modelos de convivencia: el de la ciudad cerrada, apegada a la tierra, o el de la dispersión que siguió tras el fracasado experimento. La humanidad no aprendió la lección. Pensó, con Aristóteles, que solo es humano el que pertenece a una polis e inhumano el apátrida. «Tierra de Babel» desmonta ese equívoco originario siguiendo la pista de la minoría que sí supo leer lo ocurrido convirtiendo la diáspora en forma de existencia. En un momento como el actual donde el Estado da signos de agotamiento, porque hay emigración y porque hubo Auschwitz, la diáspora se presenta como la alternativa posnacional al nacionalismo.