Desde hace décadas venimos asistiendo al bochornoso espectáculo de una sucesión de reformas educativas –llevadas a cabo por gobiernos de todos los colores– siempre fallidas, pero siempre funcionales a unos intereses espurios. Secundadas por un ejército de «expertos en educación» que sirven como propagandistas del nuevo orden educativo, el mayor «logro» de estas reformas –con su corolario de antiintelectualismo, infantilización y «ludificación»– ha sido condenar al alumnado a la servidumbre laboral.
Escuela o barbarie plantea una crítica radical del papel que en el terreno educativo está desempeñando el discurso de una pedagogía dominante cuyos sofismas –revestidos a menudo de una falsa apariencia progresista– conducen a resultados extraordinariamente reaccionarios. De esta forma, los autores contribuyen a rearmar intelectualmente la educación frente al ataque neoliberal que acecha a la enseñanza pública.
¿Por qué, en los momentos más avanzados tecnológica y científicamente, vivimos una crisis mundial? ¿Qué consecuencias tiene para el desarrollo de la economía internacional? ¿Cómo interfiere en la relación entre los países de desarrollos tan dispares? ¿Las macroeconomías afectan a nuestra vida cotidiana? Hay respuestas para todo, aunque no todas nos gusten.
Occidente, o mejor, la cultura occidental, encontró su fundamento en la expansión europea gracias a la cultura cristiana, de manera que el concepto de Occidente resulta inseparable de su sustrato cristiano. Sin embargo, el desprecio de sus raíces culturales se ha convertido en el primer motor de un proceso de decadencia de incierto final. Una deconstrucción que marcha a enorme velocidad desde que Estados Unidos se erige como la potencia globalista que se impone en Occidente, toda vez que la Unión Soviética, por su propia idiosincrasia, se destruyó a sí misma.
El dominio estadounidense en el mundo, que se ha venido asentando progresivamente desde el siglo XX, ha traído nuevas formas culturales y ajenas al cristianismo. Se trata de la supremacía hegemónica en forma de Nuevo Orden Mundial que se extiende por Occidente gracias al poder financiero y tecnológico de carácter global.
Ochenta años después de que Isaac Asimov popularizara sus leyes de la robótica en el ámbito de la ficción, el investigador en regulación de la inteligencia artificial Frank Pasquale las ha actualizado para que nos ayuden a controlar a los robots y los algoritmos que han ocupado nuestra realidad. A partir de cuatro nuevas leyes de la robótica, este libro examina cómo las herramientas de IA se están aplicando en sanidad, justicia, periodismo o educación, a menudo anteponiendo el beneficio económico o el ahorro de personal al bien de los pacientes, la ciudadanía, los lectores o el alumnado. Y nos invita a reflexionar sobre cómo podemos hacer de las máquinas nuestras aliadas y no nuestras enemigas, para la construcción conjunta de un mundo más justo, menos desigual, un poco mejor.
La región italiana que ostenta el récord mundial de nevadas diarias, el lugar del valle de la Muerte donde se ha registrado la temperatura más elevada del mundo, siembras de nubes en Canadá para reducir las granizadas, las avalanchas de arena en Sudán, el lago venezolano en el que caen relámpagos al menos 250 noches al año, la ciudad chilena donde nunca llueve y aquella en la que llueve 325 días al año…
Los fenómenos climáticos más extremos se suceden de una punta a otra del planeta. Desde huracanes hasta tormentas de arena, desde tormentas eléctricas hasta espectaculares nevadas y lluvias, este atlas explora tanto las curiosidades atmosféricas como la resiliencia de las personas que las padecen.
Hasta ahora, nadie fuera de los círculos oficiales ha sabido con exactitud qué sucedería si un estado rebelde lanzara una cabeza nuclear contra el Pentágono. Segundo a segundo y minuto a minuto, estos son los acontecimientos, acciones y protocolos reales que coreografían el fin de la civilización.
Las decisiones que afectan a miles de millones de vidas deben tomarse en seis minutos a partir de información incompleta y parcial, y a sabiendas de que, una vez se ejecuten, nada es capaz de detener la destrucción. A partir de docenas de entrevistas con expertos militares y civiles que han construido estas armas, que han formado parte de la creación de los planes de respuesta y que deben asumir la responsabilidad de las decisiones cruciales, la finalista del Premio Pulitzer Annie Jacobsen logra el más fidedigno y escalofriante relato de las consecuencias definitivas de una Guerra nuclear.
El racismo muta constantemente: varía de forma, de tamaño, en sus límites, propósito o función ante los cambios en la economía, la estructura social y, sobre todo, ante los desafíos y resistencias que se encuentra. Cada nueva generación, define el racismo a su propia imagen y semejanza.
El éxito actual de figuras políticas y partidos xenófobos no es consecuencia de una reacción contra el progreso antirracista; triunfan porque su retórica política hace explícito lo que ya está implícito en las prácticas racistas y violentas de los Estados liberales. Tras la imagen de la mujer negra beneficiaria de prestaciones sociales, del hombre musulmán radical o del inmigrante contestatario, yace el miedo al radicalismo feminista negro, al movimiento nacional palestino, o a la politización de las clases trabajadoras surgida de la organización migrante. Sus imágenes encarnan los significantes desplazados del fracaso del neoliberalismo violento.
La propagación de la ideología racista en las sociedades occidentales no es un derivado de la polarización social, sino el cómplice necesario de un imperialismo «liberal» que regresa a casa como un bumerán, a poner en práctica, contra su propia población civil, las políticas coloniales que impone en el resto del planeta. En consecuencia, y como cuenta Arun Kundnani, el antirracismo no fragmenta la lucha de clases, sino que la radicaliza.