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MEDIO SIGLO CONTRA EL TRABAJO

Franco Berardi es conocido como «Bifo» desde que, en 1977, fuera acusado de estar entre los principales autores de la «insurrección creativa» de Bolonia. La búsqueda de una posible liberación del tiempo de vida de la esclavitud al trabajo asalariado recorre medio siglo de su actividad teórica: desde los artículos de los años setenta, publicados en fanzines y folletos de producción propia, hasta las profecías distópicas de las primeras décadas del siglo xxi, pasando por los ensayos sobre las implicaciones de la expansión de la red de redes en los años noventa. Como no podía ser de otra manera en unas «obras escogidas», los escritos reunidos en este volumen abordan multitud de cuestiones: tecnología, comunicación, poesía, arte, psicoanálisis, esquizoanálisis, teoría política, geopolítica, etc. Lo que sin embargo unifica esta disparidad de temas es que la obra de Bifo viene siempre animada por una pasión constante por la rebelión ética y política. Partiendo de la observación de que la tecnología y el conocimiento reducen el tiempo de trabajo necesario, el autor elabora una visión original de los procesos técnicos, antropológicos y políticos. A pesar de la involución que ha producido el neoliberalismo en la historia del mundo y de la caída en nuevas formas de identitarismo y fascismo posmoderno, Bifo siempre muestra una posibilidad de emancipación.
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INSERVIBLES. RESISTENCIA A LA VIOLENCIA

Una parte destacada del canon de la filosofía occidental ha defendido la esclavitud, o sea, la forma más brutal de dominación, probablemente porque, con excepciones, quienes gozan de prestigio en la historia del pensamiento son hombres ricos y violentos. La lista arranca en la Antigüedad y acaba en los hornos crematorios nazis, pasando, entre otros lugares, por las plantaciones estadounidenses. Sócrates, Platón, Jenofonte o Aristóteles fueron propietarios de esclavos y escribieron tratados para adiestrarlos junto con los animales. Hobbes y Locke se enriquecieron con la colonización del «Nuevo Mundo» y el comercio transatlántico de esclavos. Schmitt, Heidegger y Jünger teorizaron acerca de una política explotadora y de la aniquilación total. Ochenta años después de Auschwitz, las cuestiones esenciales que circunvalan toda lucha por la libertad desde la acumulación originaria siguen vigentes: ¿qué condiciones concretas precipitan la violencia más extrema del poder? ¿Cómo de inminente es la amenaza? Quizás no estemos tan lejos, si atendemos a los profetas de la policía, la guerra y la esclavitud, cuyo eco no deja de resonar. Tienen los púlpitos más relucientes y las tribunas más prestigiosas para que el liberalismo colonialista, un proyecto siempre en crisis, siempre en crecimiento, siempre exitoso, pueda seguir arrimando el ascua a su sardina de forma implacable. La matriz de su triada primigenia, indisoluble e irreformable, permanece inalterada en el corazón mismo de su proyecto capitalista desde hace cinco siglos: una policía que nunca será democrática, una guerra moderna que jamás será justa, y una violencia política extrema contra las clases subalternas siempre injustificable.
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LA TEORIA CRITICA EN LA ERA DEL NACIONAL

Los ensayos publicados por Herbert Marcuse en Nueva York en la revista del Instituto de Investigación Social entre 1934 y 1941 poseen una indiscutible relevancia teórica y política. En ellos se ocupa de temas decisivos de la época (el liberalismo político y económico, la tradición filosófica, la cultura burguesa, la exigencia individual de felicidad o la tecnología contemporánea) a la luz de la catástrofe representada por el triunfo del nacionalsocialismo. Pero, más allá de su valor histórico-filosófico, estos textos resultan relevantes también para analizar críticamente nuestra situación actual: el nuevo ascenso de la extrema derecha sobre las ruinas del neoliberalismo, la devaluación de la filosofía a mera distracción y medio de autoayuda, la reducción de la cultura a un juego irrelevante de apariencias, la colonización de las necesidades más íntimas por la búsqueda del beneficio económico o el cierre opresivo del universo tecnológico en aras de la eficiencia.
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HE DECIDIDO DECLARARME MARXISTA (2)

«El tópico más rancio afirma que los periodistas son testigos de los acontecimientos; puede parecer a casi todos un anacronismo y acaso, en efecto, un solecismo moral. Pero el cometido del periodismo bien hecho consiste ciertamente en ser un testigo y no un fiscal; y en ese sentido Anderson, a diferencia de innumerables colegas, se ha mantenido fiel a su vocación». David Rieff Testigo de excepción de los acontecimientos cruciales de finales del siglo xx y principios del xxi y un referente mundial en el arte del perfil periodístico, Jon Lee Anderson es el célebre reportero de The New Yorker cuyas crónicas fundamentales reunimos por primera vez, en dos volúmenes, en el sello Debate. En este segundo tomo aparecen algunas de las figuras más relevantes, y en ocasiones controvertidas del último medio siglo desde el Che Guevara hasta Gabriel Boric, pasando por el rey Juan Carlos I, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet o Muamar el Gadafi , así como otro tema esencial en la obra de Anderson: el impacto del hombre en la naturaleza. Crónicas en su mayoría inéditas en español y que son pequeñas obras de arte. Considerado el heredero natural de Ryszard Kapuciski, los reportajes y perfiles de Jon Lee Anderson, además de mostrar una brillante dimensión literaria, son un fascinante reflejo del clima sociopolítico de nuestra época, pero también el valioso testimonio de un periodista comprometido con la verdad y dispuesto a participar en la historia.
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LA POLITICA DEL TIEMPO

El tiempo siempre ha sido político. Los poderosos han definido y controlado nuestra manera de usarlo a lo largo de la historia, y continúan haciéndolo hoy en día. Pero es posible recuperar el control de nuestro tiempo y, en La política del tiempo, el pionero economista Guy Standing nos muestra cómo. Los antiguos griegos organizaron el uso del tiempo en cinco categorías: el trabajo independiente, la actividad laboral, el recreo, el ocio y la contemplación. Para ellos, la laboral era una actividad onerosa, y valoraban mucho más el ocio, el cual, entendido como sjolé, abarcaba también la participación en la vida pública y la educación de la persona. Desde la Revolución Industrial, sin embargo, el capitalismo ha invertido esta valoración. Actualmente se considera que nuestra actividad laboral es lo que da sentido a nuestra vida y que el resto de horas son simplemente tiempo «libre». Así, los políticos priorizan el empleo por encima de todos los demás aspectos que conforman una vida buena y, en el nuevo contexto de incertidumbre crónica, las enfermedades mentales son cada vez más frecuentes y a muchas personas (en particular, a las más vulnerables y a los miembros del precariado) se les roba cada vez más tiempo. No obstante, Guy Standing nos muestra otro camino: podemos recobrar el control de nuestro tiempo. Para ello, debemos fortalecer el verdadero ocio y la colaboración (pro)comunal para crear una nueva política del tiempo que no solo nos libere, sino que, a su vez, contribuya a salvar el planeta. Y, lo que es más importante, debemos hacerlo juntos.
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SISTEMAS ELECTORALES REGIONALES

Esta obra estudia los sistemas electorales en el nivel regional, un nivel de gobierno apenas explorado, eclipsado por los estudios electorales dedicados al nivel nacional. Lo hace abordando su análisis como variable dependiente, es decir, su interés se centra en las causas que explican los orígenes y evolución de las reglas electorales regionales. La obra se propone tres grandes objetivos. El primero consiste en indagar las razones que están detrás del grado de mimetismo o diferenciación de los sistemas regionales respecto al sistema nacional, así como el grado de homogeneidad o heterogeneidad entre las propias regiones entre sí. El segundo consiste en comprobar si existen influencias o pautas de difusión en el diseño y reforma de las reglas electorales en el interior de sistemas políticos multinivel. Y el tercero consiste en profundizar en la comprensión de los distintos tipos de reformas electorales, identificando las motivaciones y propósitos que guían a los partidos y comprobando el papel que pueden desempeñar distintos actores a lo largo de estos singulares procesos de reforma institucional. Para dar respuesta a estas cuestiones, esta obra examina de forma exhaustiva y comparada los sistemas electorales de cuatro sistemas políticos multinivel: Alemania, Bélgica, Italia y España.
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