¿Cómo leer El Capital de Marx? refuerza la transformación sobre los estudios marxianos que represntó la publicación, en esta misma serie, de la obra de Heinrich Crítica de la economía política.
La lectura de Heinrich aborda la obra de Marx desde un plano estrictamente teórico, sin prejuicios ideológicos, de modo que no da por sentado ninguno de los tópicos que tanto abundan sobre El Capital.
Heinrich analiza El Capital palabra por palabra, en el cuerpo a cuerpo, lo que se revela como caminofructuoso para desentrañar y esclarecer las profundas estructuras conceptuales que reverberan en el texto.
Solo después de un minucioso análisis de estas características cabe sacar conclusiones,ya sea programar revoluciones, predecir el apocalipsis, o tal vez de contemplar ?entre lúcidos y desencantados? cómo la araña devora a sus presas.
Noam Chomsky es uno de los pensadores más respetados y leídos en el mundo por razones muy evidentes: sus textos señalan los crímenes de los poderosos, revelan los verdaderos motivos que se esconden tras sus acciones y, con mordacidad, denuncian las falacias de sus discursos autojustificativos. En definitiva, cumple con el deber que, de acuerdo al sentido común, cabría esperar de un intelectual. Sin embargo, no todos sus pares muestran ese mismo compromiso moral. A lo largo de su trayectoria política, Chomsky ha abordado de manera directa la cuestión de cuál es la verdadera responsabilidad de los intelectuales en dos ocasiones, dos escritos ya canónicos dentro de su prolífica obra, recogidos junto a un nuevo prefacio del autor en este volumen. A finales de los años sesenta, al calor de la guerra de Vietnam, Chomsky denunciaba las vergonzosas políticas del gobierno estadounidense y el no menos vergonzante papel de ciertos intelectuales al respaldarlas. En 2011, tras el «asesinato planificado» de Osama bin Laden, reflexionaba sobre la pertenencia de los intelectuales a la clase de los privilegiados y su obligación de cuestionar a las autoridades. Más relevante hoy que nunca, este libro nos recuerda que los privilegios «brindan oportunidades, y las oportunidades conllevan responsabilidades». Todos tenemos elección, incluso en tiempos desesperados.
Los "Protocolos de los Sabios de Sión", grotesca falsificación nacida en el extraño mundo de agentes contrarrevolucionarios y pseudomísticos que floreció durante los años de decadencia del imperio zarista, se componen de una serie de actas en las que el miembro de un supuesto gobierno secreto judío mundial expone los planes conspiratorios de la implacable secta para lograr la dominación del planeta. Este difuso, tortuoso e ilógico texto realiza una crítica del liberalismo, explica los mecanismos de la siniestra conjura y describe las características del futuro Estado mundial regido por un soberano de la Casa de David. Pese a su contenido demencial, esta burda patraña daría la vuelta al mundo, en especial a partir de 1920, fecha de su divulgación general fuera de Rusia, y se convertiría en una justificación del genocidio que el nazismo perpetró contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En este texto de referencia Norman Cohn investiga los turbios orígenes y los mecanismos de difusión de ese gigantesco fraude a fin de explicar el papel que este mito desempeñó como coartada de algunas de las explosiones más notables de barbarie del siglo XX.
Con Feminidad salvaje, la sexóloga Sonia Encinas nos invita a abrir una caja de Pandora que lleva demasiado tiempo enterrada y a unirnos a una revolución que no necesita ni pancartas ni barricadas. Esta tiene lugar en lo más íntimo, en nuestra propia cama, en nuestro propio cuerpo, en nuestros propios ritmos sexuales y en la definición propia de la feminidad. Se trata de una sublevación ante lo que nos dijeron que debíamos ser y de una transformación que nos conecta con nuestra esencia más salvaje, aquello que no podemos (ni debemos) domar. Un camino hacia la mujer sexual que somos. Para recuperarnos, liberarnos y gozar.
Sonia Encinas, con su gran habilidad para comunicar, se desnuda ante la lectora y, a traves de su propia historia #a la vez tan personal y universal#, la guía para reconectar consigo misma, con su cuerpo, con sus emociones y creencias, para redescubrir sin pudor su propia sexualidad.
En los trabajos que componenEl político y el científico Max Weber (1864-1920) reflexiona acerca de la contraposición entre la profesión científica y la profesión política. Mientras que el ámbito de la ciencia (social) es el del conocimiento del sentido que los hombres dan a sus acciones, la política es el ámbito de la lucha por el poder en un Estado o entre distintos Estados. Pero ambas profesiones tienen en común autolimitaciones que el autor se detiene a examinar y que elucida con brillantez. Esta nueva edición se ve enriquecida por una traducción desde el texto fijado en lasObras Completas de Max Weber (MW Gesamtausgabe), con la inclusión de las notas manuscritas en las que el autor se apoyó en su conferencia de 1919, y por un glosario de conceptos en el que se exponen y clarifican algunos de sus conceptos fundamentales, así como por sendos índices de nombres y de materias.
Un libro que muestra los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones.
«Entre las once crónicas que integran este libro la más antigua tiene fecha en 2014 y la más reciente en 2021. Lapso que abarca los años inmediatamente anteriores y posteriores a la firma del Acuerdo de Paz. Varias narran episodios que ocurrieron mucho antes de que gobernante alguno fuera capaz de sentar a los comandantes guerrilleros más ortodoxos y anquilosados a una mesa de negociación. Otras avanzan sobre personas cuyas vidas quedaron transversalizadas por ese acuerdo. Todas pueden leerse como diferentes formas de ser o caer víctima en esta guerra, en medio de las circunstancias específicas de cada territorio.»
Este no es un libro sobre la guerra. Ni siquiera es un libro sobre quienes participaron en ella. Tendría que ser, más bien, el relato íntimo de un reportero que se tropieza en cada encrucijada con esquirlas y cicatrices, como quien va recogiendo trozos rotos en cada paraje lejano de la geografía nacional para intentar recomponer algo que se parezca a una explicación.
¿Qué les pasó a los colombianos? Quizá sea prematuro ofrecer respuestas, pero ahí están los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones. La guerra es eso que ocurre en otro lado y en otro tiempo: ese pasado que aún se conjuga en presente.