Desde su independencia de la Corona británica el interés por la organización política estadounidense ha sido objeto de atención por parte de todo tipo de estudiosos. El fin de la Segunda Guerra Mundial vio cumplido el conocido vaticinio de Alexis de Tocqueville de que Estados Unidos y Rusia tendrían «un día en sus manos los destinos de la mitad del mundo, el primero dominado por la libertad como medio de acción, y la segunda, por la servidumbre». La liquidación de la Unión Soviética convirtió a la república norteamericana en la principal potencia hegemónica mundial, cuya vulnerabilidad sin embargo quedó al descubierto tras los atentados del 11-S. Este libro constituye un manual universitario de primer orden, y además una útil herramienta para todo aquel que desee adentrarse en temas básicos del sistema político de Estados Unidos: la vigencia del excepcionalismo como visión propia de su desarrollo histórico; la importancia del liderazgo presidencial en sus diferentes roles, sus aciertos y errores; el funcionamiento y organización del Congreso, extremadamente polarizado especialmente bajo las últimas presidencias de Clinton, Bush y Obama, dificultando la toma de decisiones sobre la deuda y el déficit públicos, la extensión de los derechos civiles, el desempleo estructural o la política de inmigración; la importancia de los tribunales y el derecho en la judicialización de la vida política y en el desarrollo de las libertades públicas, destacando las sentencias cruciales del Tribunal Supremo de EEUU; el declive de la participación electoral; la singularidad de los partidos políticos con respecto a la tradición europea, el sistema de partidos y su evolución; las formas y vías de actuación de individuos y corporaciones que presionan y tratan de influir en la rama ejecutiva y en el Congreso; o la cultura como soft power del american way of life, reflejada en la relación de películas, documentales y series de televisión que acompañan cada capítulo.
El viaje de nueve meses que realizara en 1831 Alexis de Tocqueville (1805-1859) a través de Estados Unidos en busca de información sobre las reformas del sistema penitenciario norteamericano inspiró una de las más importantes obras de teoría política y de interpretación histórica de la época contemporánea. " La democracia en América " es un libro clásico gracias a la peculiar combinación de observaciones precisas, generalizaciones audaces e intuiciones geniales mediante las que el autor supo captar las grandes tendencias que configurarían la sociedad burguesa del futuro. Publicado en 1835, el primer volumen consagró a Tocqueville como el «heredero lógico de Montesquieu».
El libro DEL ARTE DE LA GUERRA, redactado por Maquiavelo en torno a 1520, contiene y desarrolla, siguiendo el típico esquema formal del tratado renacentista dialogado, las reflexiones del gran autor florentino sobre la milicia y la guerra. A lo largo de los siete capítulos en los que está dividido, se van afrontando y desgranando de forma homogénea aspectos como el del reclutamiento, la relación infantería-caballería y la instrucción y adiestramiento de los soldados, el orden de combate, la moral del combatiente, el reconocimiento y la observación del campo enemigo, el acuartelamiento y el régimen disciplinario y, por último, los cisternas de fortificación y defensa. Este es más que todo una joya literaria de uno de los autores más sobresalientes de la historia cultural occidental.
Esta traducción, más moderna y extraordinariamente cuidada, preserva la enigmática calidad del original y permite descubrir los innumerables matices que guardan sus páginas. Una obra ya clásica e imprescindible para comprender las raíces de un conflicto y lograr su solución, que hoy se ha convertido en un libro de texto tanto en el mundo de la política como en el de la empresa.
Valiente, lúcida y sincera, Joumana Haddad aborda en El tercer sexo su obra más ambiciosa: un ensayo en el que apuesta por deconstruir la sociedad actual, asentada en valores y medidas artificiales como el dinero, la raza o el género, para reconstruirla a partir de aquello que es inherente al ser humano y que nos hace auténticos: nuestra humanidad. «Es sólo nuestra humanidad, es decir, nuestro ‘núcleo’ lo que hace que la comparación (e incluso la discriminación, me atrevería a decir) entre nosotros sea aceptable, en lugar de adoptar nuestras ‘cortezas’ como base para la evaluación. Con mucho gusto aceptaría vivir en un mundo en donde dijéramos: ‘Esta persona es más humana que esa persona’, pero no en uno en donde decimos: ‘Esta persona es más blanca que esa persona’».